¿Qué va a ocurrir ahora en Siria? Incógnitas y certezas sobre la llegada al poder de los rebeldes

Madrid

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha asegurado este domingo que el presidente sirio, Bashar al Assad, ha abandonado el país y ordenado una transferencia "pacífica" del poder tras la caída de la capital, Damasco, a manos de las fuerzas rebeldes.

"Como resultado de las negociaciones entre Bashar al Asad y varios participantes en el conflicto armado en el territorio de la República Árabe Siria, ha decidido dejar el cargo presidencial y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo la transferencia de poder pacíficamente", ha señalado en un comunicado.

La marcha de Al Asad y la llegada al poder de los rebeldes sirios deja en incógnita qué ocurrirá en el país tras 24 años de Gobierno. De entrada, los analistas lo que ven muy improbable, por no decir imposible, es que los Asad vayan a recuperar el poder. Así que el futuro de Siria está ligado directamente a los rebeldes, un grupo heterogéneo al que solo une el deseo de acabar con el régimen de Al Asad.

Los miembros más destacados de la oposición al régimen son tres: los islamistas, los laicos y los kurdos. "Lo que pretenden los grupos islamistas es establecer un estado regido por la sharía; los laicos, establecer una democracia liberal, y los kurdos, un estado confederal donde controlen y administren sus propios recursos", apunta Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid.

De momento, el que era primer ministro sirio hasta ahora está gestionando las instituciones públicas de forma temporal. A partir de ahí, el escenario político que quede en el país es toda una incógnita: dependerá del grupo que consiga imponer su visión sobre los demás. De momento, los que tienen más fuerza son los islamistas, que buscan un estado islámico, aunque en los últimos tiempos han moderado mucho su discurso, alejándose por ejemplo de los talibanes. "Está por ver si continúa la senda pragmática o se imponen las opiniones de los actores duros y partidarios de establecer un estado islámico regido por la sharía", añade el catedrático de la Universidad Complutense.

El gran ganador de la caída de Al Asad

En un primer momento, tal y como explica Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, parece que buscan el diálogo y el consenso. Por otra parte, una buena parte de la población civil se está empezando a mostrar aliviada por la caída del régimen de Bashar Al Asad: "buena parte de la población tiene una sensación de agrado y satisfacción porque ha sido un régimen brutal sanguinario en según que casos y determinadas regiones".

La situación en Siria sume a Oriente Próximo todavía más en el abismo, con Israel en guerra con Gaza y en tregua temporal con Hezbolá, en el Líbano. Pero quien sale peor parado de todo esto es Irán, el gran aliado de Al Asad, porque pierde a uno de sus principales aliados -Siria-, que es también la vía natural mediante la que le suminstraba armas y efectivos a otro aliado: Hezbolá.

Y si Irán pierde y Hezbolá no puede rearmarse, el gran ganador en la región es Israel. Según apunta Gutiérrez de Terán, "puede ser que Tel Aviv aproveche el momento para ejercer presión sobre Hezbolá y provocar una ruptura del alto el fuego".