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Nerea Pérez de las Heras: "Ni los criptobros os van a hacer ricos, ni se puede volver a una versión anterior de las novias"

Que no os hagan líos chavales, ni los machos gritones van a defender vuestros intereses, ni los criptobros os van a hacer ricos, ni se puede volver a una versión anterior de las novias. Esto que os prometen, es publicidad engañosa

Nerea Pérez de las Heras: "Ni los criptobros os van a hacer ricos, ni se puede volver a una versión anterior de las novias"

Madrid

Las trad wifes, influencers de cocina y estilo de vida que se comportan como amas de casa de los años 50, se presentan con una feminidad tradicional, hablan con dulzura, cocinan cosas ultra complicadas y se hacen su ropa. Esto lleva pasando años en Estados Unidos, pero aquí también hay algunas, muy talentosas que facturan de lo lindo gracias a campañas en redes sociales.

Este fenómeno sucede en paralelo al ascenso de líderes como Milei o Trump, señores muy autoritarios defensores de la mano dura, y en paralelo, a un tercer fenómeno que es el de los gurús financieros que prometen prosperidad, ser tu propio jefe, ganar tu primer millón llegando el primero al trabajo y yéndote el último.

Estas tres cosas están pasando a la vez y tienen algo importante en común: su público son los hombres jóvenes. Les tienen seducidos, pero sobre todo engañados.

Espabilad chavales, tanto los líderes autoritarios de derecha, que nunca van a defender los derechos de la clase trabajadora, como los gurús financieros que solo quieren que participéis en sus estafas piramidales como los ángeles del hogar de internet os están haciendo promesas que no van a poder cumplir.

¿Qué pasa con las trad wife?

Lo resume muy bien Estela Ortiz que hace análisis cultural en internet. Ella dice que las mujeres heterosexuales buscan un modelo de hombre que todavía no existe y gran parte de los hombres un modelo de mujer que ya no existe. Me sabe muy mal romper la burbuja, pero las trad wife tienen un negocio. Esas voces dulcísimas no son sus voces reales, solo son las apropiadas para cumplir con un nicho de atención en internet que reclamaba chicas guapas, normativas, con valores tradicionales, que hablaran con un tono aniñado y relajante, cuidadoras, cursis y sumisas.

Cuando acaban esas piezas de internet -que os hacen soñar con mamaitas de los años 50- todas esas chicas facturan y se hacen sus trimestrales, negocian con clientes, revisan sus estadísticas de audiencia, leen las noticias y opinan sobre ellas, se quejan, tienen canas, lorzas, vello en los lugares humanamente normales.

Son seres humanos, la fantasía casi porno de ama de casa voluptuosa, pero con la camisa abotonada hasta el cuello, es solo eso, una fantasía. Muy rentable, eso sí.

Hace poco un influencer machista desató la indignación por un corte en el que decía que si las mujeres seguíamos siendo tan chillonas y políticamente comprometidas nos íbamos a quedar sin hombres y ellos iban a elegir a compañeras de vida provenientes de países, según él, más conservadores, más tradicionales, en su cabeza, menos avanzados en materia de derechos. Como si las mujeres fuéramos juguetes que se han vuelto demasiado modernos y complicados y los coleccionistas nostálgicos buscaran como locos aquellas que son como los simples trenecitos vintage que pueblan sus recuerdos de infancia.

Mencionaba a las mujeres latinoamericanas. La advertencia para las pesadísimas feministas era la siguiente:

Te van a cambiar por una ecuatoriana, una venezolana, una boliviana que se queje menos. Es difícil ser a la vez tan machista, tan xenófobo y tan condescendiente en tan pocas palabras.

Si no la encuentras aquí, venía a decir el sujeto, vete a alguna bolsa poblacional de feminidad conservadora. La trad wife soñada es un espejismo de internet, no existe, la sangre es jarabe de maíz.

Que no os hagan líos chavales, ni los machos gritones van a defender vuestros intereses, ni los criptobros os van a hacer ricos, ni se puede volver a una versión anterior de las novias. Esto que os prometen, es publicidad engañosa.

La trad wife soñada es un espejismo de internet