Siria: caos o nuevo orden
El Estado se aguantaba unido bajo una brutal mano de hierro. Pronto se verá si los rebeldes triunfadores, además de retorcerla, son capaces de instaurar un nuevo orden estable, o si el país capotara en el caos.
Siria: caos o nuevo orden
Barcelona
La caída del dictador hereditario Bachar El Asad ha sido fulminante. Han bastado 11 días de ofensivas simultáneas emprendidas por varias milicias dispares y en buena medida políticamente contradictorias, entre ellas mismas y respecto a sus distintos protectores. Era una dictadura cruel: bombardeó con armas químicas a su propia población. Su fragilidad se resume en esa cifra: once días de resistencia, resignada ante la inminente derrota. Hay alegría popular en Damasco. Pero también mucha inquietud por el futuro.
En la escena internacional, Rusia es el gran perdedor. Hasta hace nada usó sus aviones para bombardear a la oposición armada interna. Vladimir Putin demuestra que no puede mantener dos frentes de guerra a la vez: con Ucrania le sobra, necesita hasta a los norcoreanos. El Kremlin sudará para conservar su enclave portuario sirio, que le da acceso al Mediterráneo. Luego, Irán, otro apoyo del dictador, ya debilitado por su forcejeo con Israel. Y las milicias de Hamás en Gaza y de Hezbolá en Líbano. Es el declive del islamismo chíita, el más radical.
Ganan, sobre todo, Turquía e Israel, pero entre los vencedores locales tienen amigos y enemigos. Y también Estados Unidos. Pero hay muchos otros interesados en influir en el futuro de Siria, también las monarquías del Golfo.
El Estado se aguantaba unido bajo una brutal mano de hierro. Pronto se verá si los rebeldes triunfadores, además de retorcerla, son capaces de instaurar un nuevo orden estable, o si el país capotara en el caos.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...