"Vamos a vender el Gordo, no tenemos dudas": Paiporta apela a la ilusión de la Lotería de Navidad en medio de la reconstrucción tras la DANA

Madrid

La Navidad se acerca en todos sitios, incluso en aquellos lugares destrozados por la DANA como la localidad valenciana de Paiporta, que, mientras intenta recuperar una milésima parte de lo que fue a base de limpiar la tierra y el lodo que inunda su suelo, también está tratando de organizarse para celebrar esta fecha tan señalada del año. El ayuntamiento ha mostrado su interés en organizar la Cabalgata de Reyes y ha colocado un árbol navideño que contrasta con el tono marrón que impregna sus calles.

Uno de los eventos que marcan cada año las fechas navideñas es el Sorteo Extraordinario de Navidad. Y en Paiporta este año está más presente que nunca, así lo ha constatado Carles Francino cuando ha visualizado a lo lejos la larga cola que se formaba en la administración de lotería de Paiporta. En la edición especial que ha realizado La Ventana este lunes 9 de diciembre, Francino ha hablado con su dueña, Cristina Piles. Abierta desde el año 1982 por su padre, ella la gestiona desde 2013. Tras la DANA, el local de la administración quedó destrozado. De su casa conserva la primera planta y la buhardilla intactas. Sin embargo, el garaje no corrió misma suerte. Ella y su marido pasaron la noche en casa de unos vecinos en un edificio junto a la administración, pues no les dio tiempo a ir a casa.

Piles ha priorizado la reapertura del negocio a la rehabilitación de su casa. "Estoy poquito agobiada. Con fuerza para tirar hacia adelante. Damos las gracias a todo el mundo que nos está apoyando porque nos va a hacer falta. Hay que animarse porque solo queda seguir", ha comenzado contando. Lo pasó mal pues ella y su pareja salieron con el agua por las rodillas. "A las 18:30 desbordó el barranco, me dio tiempo a llegar, cerrar las cajas fuertes y salir con mi marido. La calle es estrecha, va de bajada y hace un embudo. Fue complicado", ha explicado.

Su padre vendió el Gordo en 1989. "Fue el Gordo más gordo de la historia de la lotería. Este año va a pasar lo mismo, no lo dudamos", ha contado Piles, que apela a la ilusión de la Navidad y la buena suerte tras el desastre que desestabilizó sus vidas el 29 de octubre. Hay gente que ha hecho centenares de kilómetros para adquirir sus décimos allí: en la cola de compra hay ciudadanos, voluntarios, bomberos o militares, que se encargan todos los días de cargar cubos y retirar el lodo de la zona. "Queda mucho trabajo por hacer, aunque desde el principio a ahora hay un cambio inmenso", ha dicho. Piles ha concluido diciendo que ojalá vuelva a hablar con el equipo de La Ventana cuando repartan el Gordo el día del sorteo.