Netanyahu comparece por primera vez en su juicio por corrupción y tilda de "ridículas" las acusaciones
En su comparecencia ante el juez, ha ridiculizado los cargos y niega vínculos ilícitos con los medios de comunicación, que es una de las acusaciones y también rechaza haber recibido regalos no declarados
Madrid
Casi cinco años lleva Netanyahu con este procedimiento abierto y finalmente este martes ha subido al estrado de los testigos en un juicio penal, el primero en la historia de Israel que un primer ministro en funciones comparece ante un tribunal para testificar como acusado.
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La tensión en las inmediaciones del Tribunal, con aliados y detractores del primer ministro, ridiculizándose unos a otros con gritos y con una enorme presencia de medios de comunicación que seguían la causa en el tribunal contra un primer ministro que tiene que responder a las preguntas de un panel de jueces sobre su presunta conducta criminal.
Con tono irónico, el primer ministro israelí ha insistido en que solo interactuó con alguna prensa para cambiar las reglas del juego y evitar el monopolio informativo, y en ningún caso dice haber tenido ningún acuerdo para minimizar los cargos de corrupción que pesan contra él.
Netanyahu se ha mostrado animado en las respuestas que ha dado a las preguntas de sus abogados defensores, y se le ha visto con ganas de exponer en detalles sus logros como primer ministro, la fortaleza que ha demostrado estando bajo presión y su actitud y políticas en pro de un mercado libre de medios de comunicación, cuestiones ambas clave de las dos acusaciones en su contra.
Se le acusa de recibir presuntos regalos ilícitos de cigarros y champán. Ha señalado también que esta lejos de tener una vida de lujo como la que pintan los fiscales. "Trabajo 24 horas al día y de vez en cuando peco con un cigarro, que no puedo fumar mucho porque siempre estoy en las reuniones. Por cierto, detesto el champán", ha terminado aseverando. También ha dicho que aquellos que querían mostrarle a él y a su mujer Sara como vividores, son absurdos, y es una actitud vergonzosa. Las audiencias se celebran en una sala subterránea del Juzgado del Tribunal del Distrito de Jaffa en Tel Aviv por razones de seguridad, ya que el de Jerusalén carece de las medidas de seguridad adecuadas.
Netanyahu trata de socavar los argumentos de la Fiscalía
El segundo caso contra Netanyahu pero el más grave, es del Caso 400. Durante las cinco horas que ha durado su presencia en el Tribunal, el primer ministro ha tratado de socavar los argumentos de la Fiscalía. Se le acusa de autorizar decisiones regulatorias que beneficiaron financieramente al accionista mayoritario de las telecomunicaciones Bezeq, Shaul Elovitch por una suma de 2,6 millones de euros, a cambio de lo que habría recibido una cobertura positiva de su gestión. Considera el primer ministro que, durante su primer mandato, la mayoría de los medios de comunicación solo daban cobertura a las políticas de izquierdas.
Acompañado de su incisivo abogado defensor, Amit Hadad, trataron de presentar una imagen en la que Netanyahu y Elovitch no eran amigos, y se conocían someramente, pero se ha demostrado que comían juntos a menudo y que sus esposas son amigas. Netanyahu no recordaba haber firmado autorizaciones en el 2012 para otorgar a Elovitch la propiedad de Bezeq (medio de comunicación) diciendo que había firmado miles de autorizaciones durante su tiempo en el cargo, que su jefe de gabinete le entrega miles de papeles y que si llevan el visto bueno del ministro del ramo, él lo firma.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...