Sorpresa dolorosa en el hotel colgante a más de 500 metros: el destino de la atracción universal más extrema
Skylodge Padjadjaran Anyar de Purwakarta (Indonesia) es un gran reclamo para el turismo aventura
Está muy extendido cuando pensamos en viajes que se nos venga a la cabeza comodidad, descanso y desconexión sin hacer nada, un método de desconexión de la rutina que haga que se recarguen las pilas y llegar con nuevas experiencias agradables en las que se suele buscar el mayor grado de lujo que cada cual se pueda permitir. Sin embargo, no todas las personas buscan esto, sino que quieren un chute de adrenalina en sus vidas, el cual fomenta el turismo aventura.
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Entre todas las modalidades que engloban este tipo se encuentra la escalada, con muchas personas que disfrutan del reto de subir a lugares que se antojan normalmente inhóspitos y casi inaccesibles. Cuando llegan a la meta se genera una satisfacción generalizada, pero ahí llega el momento de volver a la superficie, bajar supone otro reto más y es necesario, por razones obvias, al menos en casi todas las ocasiones. Y es que desde hace unos años surgió una iniciativa en Indonesia que ha sido muy popular.
Allí idearon una experiencia extrema única, el Skylodge Padjadjaran Anyar de Purwakarta. Este hotel colgante ha sido una de las atracciones turísticas más icónicas de la zona de la Java Occidental indonesia, ubicado entre los espigados acantilados del Monte Parang, se encuentra a 500 metros sobre el nivel del mar en uno de los lugares preferidos por todos los escaladores del mundo. Así, una vez que están de lleno en la actividad, los que se han aventurado a subir han podido descansar allí.
Adiós al Skylodge para el público
El Monte Parang es la segunda montaña de roca volcánica andesita más alta de Asia, elevándose a 963 metros del nivel del mar y más o menos por la mitad se encuentra el hotel colgante. Ideado como una cápsula transparente, desde su interior se puede disfrutar de vistas increíbles de bosques verdes, ríos tranquilos y unas puestas de sol imponentes que a esa altura son absolutamente únicas. Su éxito ha demostrado que el ingenio y la novedad ofertada a veces puede aportar un valor diferente al del lujo, puesto que el Skylodge cuenta con lo básico.
Su acceso no es para nada sencillo, puesto que para llegar allí primero hay que hacer una dura escalada a través de una vía ferrata, acompañados por profesionales especializados y muchas medidas de seguridad. Quizá, leyendo esto, algunos amantes de la escalada pueden pensar en algún día visitarlo y hospedarse allí, pero no va a ser posible. Recientemente se ha anunciado que ya no estará abierto para el público, aunque no se han dado los motivos oficiales de tal decisión.
Entre las posibilidades de la motivación para no volver a acoger huéspedes podría estar el altísimo coste que debe suponer mantener semejando lugar. En un sitio tan angosto, el mantenimiento no debe de ser para nada sencillo y el personal contratado, las medidas de seguridad y todos los requerimientos deben de ser muy elevados. Además, el factor pandemia podría haber influido mucho, ya que el coronavirus hizo que el turismo colapsara y las tendencias hayan cambiado en los últimos tiempos. Este lugar innovador y especial fue un gran reclamo, pero ahora Indonesia se queda sin uno de sus grandes atractivos en cuando al turismo de aventura se refiere.