Un año de Milei en Argentina: referente de la derecha extrema, pobreza en alza y una mecha social que no termina de estallar

Milei prometió a los argentinos que no iban a pagar más por el agua, la luz y el gas y no cumplió su promesa; los jubilados tienen restricciones para acceder a los medicamentos y la universidad pública está en el punto de mira. Aun así mantiene los apoyos de hace un año. Algunas encuestas apuntan incluso que el respaldo a su gestión ha subido tres puntos en un año, algo que sólo logró el presidente peronista Néstor Kirchner en sus primeros doce meses de mandato. ¿Y cómo es posible con una agenda tan impopular? La clave está en la inflación. Cuando Javier Milei asumió el cargo estaba en el 25%. Ahora, en el 2,7%. El consultor político Eduardo Fort considera que ahí radica una de las razones por las que Milei consigue mantener índices de popularidad altos: "La inflación es el problema congénito de la economía argentina. Al haber logrado bajar la inflación a niveles aún altos, pero insólitos para la historia economía argentina, ha conseguido que la preocupación subisiguiente sea la pobreza".

A corto plazo, el partido de Milei, La Libertad Avanza, encara las legislativas de 2025 con un objetivo claro: conseguir una masa de diputados y senadores que no le haga tan dependiente de los apoyos de la oposición del centro derecha. La posibilidad de un buen resultado electoral tiene antecedentes históricos relativamente recientes, porque los argentinos ya reeligieron a Carlos Menem en 1995, pese a la recesión, el paro y el aumento de la pobreza porque había conseguido mantener a raya la inflación.

Oposición en crisis

Aunque hay protestas sociales, Argentina no vive un estallido social como el de 2001. Los sindicatos no están fuertes y el peronismo está resolviendo su crisis interna. "Están peleando más por ver quién organiza las listas y por cómo se reparten el poder, más que en pensar una alternativa ideológica y no está claro que puedan hacerlo en los próximos meses", explica Yanina Welp, investigadora del Centro para la Democracia Albert Hirschman de Ginebra. Apunta la politóloga que no hay precedentes de un ajuste tan drástico en ninguna economía occidental y que, a pesar de ese hito, Milei no genera el rechazo que se podría esperar. Además, los tiempos de la justicia tampoco juegan a favor de la alternativa peronista, porque sobre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner pesa una condena de seis años de cárcel por corrupción y una inhabilitación para ejercer cargo público. La Corte Suprema tendrá la última palabra.

La batalla cultural

Milei está en minoría en ambas cámaras del Congreso y ha conseguido sacar adelante parte de su agenda gracias a apoyos puntuales del centro derecha. "Los aliados le daban este apoyo para no ser presentados como los responsables de que él no haya podido llevar adelante su plan. Una cosa es eso y otra apoyar leyes anti derechos", apunta la periodista del diario La Nación, Paz Rodríguez Niell. La incógnita es cómo se articulará esa batalla cultural de Milei con mejores números en ambas cámaras, porque él ya ha avanzado que "va a aplastar a los rivales".

Las encuestas reflejan un alto porcentaje de rechazo al tono de Milei, a su violencia dialéctica. El diario La Nación ha recurrido a la inteligencia artificial para analizar 58 entrevistas de larga duración en medios y 84 mensajes oficiales en su primer año en la Casa Rosada. En el recuento han ganado por goleada los insultos y las descalificaciones. 4149, en su primer año al frente de Argentina.

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