C. Tangana dirige su primera película: "Es lo más guay que he hecho en mi vida; mucho mejor que todos mis discos"
Aimar Bretos entrevista a Antón Álvarez y Yerai Cortés, director y protagonista de la película 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés'
Madrid
Pónganse en situación. Antón Álvarez, al que muchos oyentes ubicarán mejor como C. Tangana, estaba en una fiesta hace tres años, una fiesta en casa de un famoso productor musical. Y, de repente, en una actuación de una artista a la que Antón admira mucho, Montse Cortés, él se fija en el guitarrista que la acompaña a ella, un chaval joven al que él no conocía. Ese chaval es Yerai Cortés. Antón se queda prendado de cómo toca, alucina, le vuela la cabeza. Empieza a hablar con él, empieza a conocer su música y su historia personal y ahí nace algo especial. Tres años después, Antón Álvarez -Pucho- estrena su primera peli como director, 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés', que es la historia de Yerai, de la familia de Yerai y del arte de Yerai. En 'Hora 25', hablamos con Antón Álvarez y con Yerai Cortés.
"El nacimiento de todo este proyecto es que Yerai tiene un disco en el que habla de su vida y tiene una vida muy particular. Es uno de esos artistas, como soy yo, que ponen su vida siempre en juego cuando hacen algo. Y esto es lo que hace este proyecto tan universal y por lo que tanta gente conecta y se emociona. Que hay una vida detrás, una vida muy interesante, rica, una historia familiar que traspasa lo anecdótico y que yo siento que es una materia brutal para la película, para su disco, para las letras de los temas que no están en el disco, pero que le acompañan en su gira...", cuenta Antón Álvarez sobre la esencia del proyecto.
¿Cómo se hace para contar una historia tan íntima sin caer en la pornografía de la emoción? "Hay una cuestión de estilo que tiene mucho que ver con que Yerai y yo seamos amigos y con que estemos implicados con lo que se está contando porque es su vida. Es su madre, su padre y las cosas que le duelen de verdad. Hemos intentado hacer que todo tuviese una mirada romántica, desde el amor y que la película influya para bien en la vida, no pasar por ahí como un reportero que llega a un barrio y le da igual y lo más fuerte que pueda sacar lo saca y lo pone en primer plano. Es otra cosa cuando se trata de tu propia vida", explica Pucho.
Yerai y Antón
¿Qué ha supuesto para Yerai poner su vida en manos de Antón? "Siempre he confiado en el ojo de Pucho. Desde que le conocí, le he ido viendo detalles especiales a la hora de expresarse, de contarme historias que no eran la mía, cómo él me hablaba de lo que hacía, de sus símbolos en su música, sus vídeos, cómo trata la música y el arte. Nunca me dio miedo. Siempre le decía que él es la extensión de mi guitarra, hasta donde llega mi guitarra llega él y sigue alargando la historia. Hice esta película de puertas adentro. Yo le decía a Pucho que quería presentarme a mi familia, que mi familia me conozca y conocer a mi familia. Es una trama en la que necesitamos hablar, tocarnos, saber cómo está el uno y el otro, porque llevábamos mucho tiempo separados, aunque cerca, pero yo viviendo fuera, me fui muy jovencito... Yo necesitaba eso. La película está hecha de puertas para adentro y ya él se encargaba de que se pudiera contar para fuera de una manera bonita, pero siempre cuidando a toda la parte interna", cuenta con cariño el guitarrista.
¿Y cómo vivió Pucho entrar en esos momentos de tanta intimidad familiar de Yerai? "Al principio muy emocionado, por sentir que no solo era Yerai, sino que me quedé muy fascinado con Miguel y con María, su padre y su madre. Nadie jamás podría escribir personajes con tantas capas. Es un regalo que me hayan abierto la puerta y que hayan confiado en mí, que se hayan entregado. Han sido muy generosos", explica el artista madrileño. "Yo, normalmente, estoy acostumbrado a usar mi vida y a poner en riesgo todo porque es mi vida, sé que a mi alrededor puede generar un poquito de barullo de la gente que me quiere, pero al final me siento que puedo tomar las decisiones porque es mi vida, pero en este caso no era así. Entonces era diferente, seguimos trabajando con la vida, que es el material más bonito y el único que debería haber, pero tienes una responsabilidad emocional distinta".
El primer recuerdo de Yerai con una guitarra
Fue el padre de Yerai el que le puso por primera vez una guitarra en las manos. ¿Qué recuerda el guitarrista de aquel momento? "Mi padre me enseñó una foto en la que yo estaba muy chiquitito con él con la mano puesta en la guitarra y él me la había puesto ahí y él me dijo que ese fue el primer día que me puso una guitarra en la mano. Es un recuerdo que me enseñó él, pero el primer recuerdo que yo tengo... No le he dado ninguna importancia a la música en mi casa porque era como el que hace café y el que enciende la tele. No te acuerdas del primer día que encendiste la tele o te tomaste un café", relata el alicantino.
¿Y el momento en el que decidió darle su vida a la guitarra? "De eso sí me acuerdo. Yo recuerdo cuando mi padre me subió a un tablao por primera vez a tocar con él, en Los Lunares, un tablao de Alicante, de mi padrino Norman. Él me puso al lado suya, yo sin micro, él estaba con micro y me dijo: 'tú toca, no tengas vergüenza y si tienes alguna duda, te paras y cuando estés otra vez seguro sigue tocando, pero no dejes nunca de tocar y sigue ahí. Y ese fue el primer momento en el que dije: 'esto me gusta'. Me gusta lo de ponerme guapete, subirme a un escenario...", rememora Yerai.
Pucho, Yerai y el flamenco
Mientras Yerai se prepara para tocar su guitarra en directo, Antón Álvarez nos habla de su relación con el flamenco y lo que le ha enseñado Yerai sobre ese arte: "Hay una parte del flamenco que él defiende y que me enseñó. Yo le ponía la peli de Saura de 'Flamenco, flamenco' y le decía: '¿te imaginas que hagamos esto?'. Y él me decía: 'esto está muy bien, pero el flamenco no está aquí, esto es el escenario, es un teatro, es una mirada de un tío que está fuera, todo el mundo muy bien, pero no te das cuenta de que ese está haciendo playback...'. Él me ha llevado a ese otro flamenco que se vive en momentos muy determinados, esos momentos de inspiración que normalmente proporciona la noche y la alegría. Para mí eso ha sido acceder a un mundo que es un regalo que él me ha querido hacer".
Y continúa: "Me llevo tantas cosas de la peli... Ahora mismo, para mí es mucho mejor que todos mis discos, la cosa más guay que he hecho en mi vida, como lo más completo, lo más para todos los públicos, lo más emocionante y divertido con mucha diferencia. El tiempo me dirá si me siento orgulloso de eso, pero todo lo que me ha dado la amistad con Yerai tiene una riqueza en todos los sentidos. Me ha ofrecido tanto que es inabarcable". Yerai ya se ha preparado y suena su guitarra en directo en 'Hora 25'.
Hay una cosa curiosa de este arte, el flamenco, de una cultura y un lugar muy específicos, Andalucía, y que genera sentimientos universales: "Yo creo que el flamenco lo que tiene es un cierto histrionismo emocional, no se anda con medias tintas. Es una forma muy directa de sentir y está arraigado especialmente en España porque también tenemos una forma de sentir particular. Para mí es la música más espectacular que existe en el mundo y creo que hay muchos motivos. Esconde todo un misterio, hay una complejidad estructural. Por ejemplo, un compás, es muy difícil entender un compás flamenco si nadie te lo enseña o si no lo has vivido desde siempre, no es una armonía que haya trascendido y que todo el mundo pueda entender... Hay muchas cosas que lo hacen como misterioso y la gente que la practica, que la cultiva y los guardianes de ello también se encargan de seguirle aportando ese misterio, que es algo que en el resto de cosas de la vida no tenemos", reflexiona Antón Álvarez.
Josema Jiménez
Periodista de Sanlúcar de Barrameda. Trabajo en la Cadena SER desde 2018. Antes en Hoy por Hoy, ahora...