El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha afirmado este miércoles que la caída del régimen de Bachar el Asad en Siria fue resultado de «un plan» por parte de Estados Unidos, Israel y un país de la región de Oriente Próximo al que no ha mencionado directamente, tras la caída de Damasco por la fulgurante ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS). «No debe haber duda alguna de que el principal factor detrás de lo que pasó en Siria fue planeado en salas de mando de Estados Unidos e Israel», ha manifestado durante una reunión en la husainiya Imam Jomeini de la capital, Teherán, retransmitida a través de su página web. Así, ha subrayado que «un país vecino de Siria jugó un papel obvio y aún lo está jugando». «Todo el mundo puede verlo», ha señalado el líder supremo iraní, en aparente referencia a Turquía, que respalda a varios de los grupos responsables de la ofensiva relámpago en Siria, que llevó a El Asad a huir del país durante la jornada del domingo. Por otra parte, ha hecho hincapié en que «la resistencia se expandirá a toda la región». «El frente de resistencia, cuanto más presión hay sobre él, más fuerte será», ha sostenido, en referencia al conocido como eje de resistencia, del que El Asad era parte junto a Teherán y grupos armados apoyados por Irán en la región. «Cuantos más crímenes se comentan, más motivado estará. Cuanto más se le combata, más se expandirá. Dejen que les diga que, con ayuda de Dios, la expansión de la resistencia llegará a toda la región», ha puntualizado Jamenei, quien ha criticado a los «ignorantes» que «piensan que debilitar a la resistencia significa debilitar a Irán». La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib -situada en el noroeste, en la frontera con Turquía-, ha permitido a yihadistas y rebeldes tomar la capital, Damasco, y poner fin al régimen de la familia El Asad, en el poder desde 1971, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.