En Francia, un perfil correcto

Barcelona

François Bayrou, 73 años, alcalde de Pau, varias veces en el Gobierno. Es el nuevo primer ministro francés. ¿Es buena esta elección del presidente Emmanuel Macron? ¿Durará? ¿Exhibe el elegido un perfil correcto? Esta es la gran cuestión. Y en principio, si el mal tiempo o los errores propios no le arruinan, la respuesta parece ser un sí. Bayrou no desconoce la élite política parisina, siempre tan peculiar. Pero tiene los pies en una ciudad mediana, en la periferia sur del hexágono. Y es un tipo hecho a sí mismo. Ideológicamente centrista, partidario de la negociación y el consenso, es sobre todo un gran europeísta. Lo era cuando en la Francia post-De Gaulle no había tantos: fue un estrecho colaborador de Valèry Giscard, pero sin sus aires rimbombantes. Se le considera de convicciones sólidas, pero de tácticas adaptables y a veces sorprendentes. Suele apoyar al mundo conservador, pero a veces lo hace al progresista: como cuando votó al presidente socialista François Hollande.

¿Era ese nombre el que tocaba? Muchos piensan que lo más propio habría sido elegir no a alguien de centroderecha, sino de centroizquierda: socialista o ecologista o independiente progresista. Porque las izquierdas fueron las fuerzas más votadas. Pero hay mucho terreno común entre el centro liberal y la socialdemocracia pragmática, así que Bayrou contará con más apoyo que su antecesor, netamente conservador, Michel Barnier. Con su nombre, Macron cambia el péndulo, en vez de la derecha que pide apoyo a la ultraderecha, apuesta por un centro capaz de pactar con buena parte de la izquierda. Es un planteamiento que encaja mejor con la composición de la Asamblea. Pero nada es fácil, y cada día requerirá de mucho esfuerzo. En el nombre de los demás europeos, ojalá acierten.