El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha pedido este jueves el acceso «sin restricciones» de los observadores independientes a los centros de detención del derrocado régimen de Bachar el Asad, para asegurar la rendición de cuentas de los abusos cometidos en cárceles como la de Saydnaya, conocida como el matadero humano. «Las pruebas de las atrocidades deben preservarse y documentarse exhaustivamente para garantizar la rendición de cuentas en virtud del Derecho Internacional Humanitario. La justicia para las víctimas y sus familias no solo es un derecho, sino que también es esencial para sanar y prevenir nuevas violaciones», ha señalado en una nota de prensa, en la que ha insistido en que «las familias reciban la claridad y el reconocimiento que necesitan desesperadamente». Pedersen se ha remitido a las imágenes de centros como la cárcel militar de Saydnaya, como muestra de la «barbarie inimaginable» y el «sufrimiento indescriptible y el dolor incomprensible» han soportado durante años los detenidos y sus allegados. Sin embargo, ha alertado de que estas «solo arañan la superficie de los horrores del sistema carcelario», por lo que ha pedido que los observadores internacionales tengan pleno acceso a los «lugares de detención, las fosas comunes y la documentación», y así se puedan ayudar a las víctimas y sus familias «en su búsqueda de justicia y rendición de cuentas». En este sentido, el enviado especial ha hecho un llamamiento a todas las partes implicadas en la nueva etapa que se abre en el país para que colaboren con los organismos especializados de Naciones Unidas, entre los que cita la Institución Independiente sobre Personas Desaparecidas (IIMP), el Mecanismo Internacional, Imparcial e Independiente (IIIM) y la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria (CoI). «Ahora es el momento de tomar medidas decisivas y compasivas. Las familias de los detenidos, desaparecidos y recientemente liberados necesitan nuestro apoyo urgente, que incluye atención médica, apoyo psicológico, asistencia legal y refugio seguro», ha solicitado. «El mundo le debe al pueblo sirio escuchar, actuar y trabajar incansablemente hacia un futuro en el que tales horrores nunca puedan repetirse», ha concluido.