Papu Gómez: "Viví con angustia la final del Mundial porque no sabía si me vendría a buscar una enfermera como a Maradona en 1994"

El campeón del mundo ya ha cumplido la mitad de la sanción que le impusieron por dar positivo en terbutalina a dos días para la final del Mundial 2022

Cadena SER13/12/2024 - 00:50 UTC

Pocos ejemplos más duros de cómo cambia la vida de un futbolista que el caso de Alejandro 'Papu' Gómez. El exjugador del Sevilla ha pasado de ser campeón del mundo en Doha con la selección de argentina a desaparecer del mapa por completo tras ser sancionado por dar positivo en un test antidoping. La sanción fue ejemplar e impidió al Papu jugar al fútbol durante dos años.

Ahora, cumplida la mitad de la sanción que le impusieron y después de pasar sus peores momentos, atiende a 'El Larguero' en su primera entrevista con un medio español. Recuerda la tarde en la que le notificaron la sanción, reconoce que se le ha pasado por la cabeza dejar el fútbol para siempre y lamenta el camino oscuro y solitario por el que ha tenido que pasar después de que compañeros a los que consideraba amigos, no hiciesen ni el esfuerzo por preocuparse por su situación.

"Estaba en la habitación y me llegó un email. Casi me desmayo al leerlo. Cuando veo la sustancia, que es la terbutalina, le pregunto al médico de la selección argentina y me dice que es algo para la tos", relata Alejandro Gómez sobre el momento en el que se enteró de la notificación que le comunicaba la sanción de dos años de suspensión. Muy nervioso, como confiesa el futbolista, llama a su mujer para preguntarle si hay algún medicamento en su casa que lleve esa sustancia. "Era el flutox", lamenta el Papu, que recuerda haber tomado del jarabe para la tos de su hijo pequeño pero no lo notificó a nadie y por lo tanto, esa sanción se tuvo que hacer efectiva por el incumplimiento del protocolo a seguir en estos casos. "En 20 años de profesión no sé cuántas veces habré tomado algo que no había tomado y nunca pasó nada. El control antidoping fue un lunes y mi siguiente partido era un viernes contra el Rayo Vallecano así que no podía mejorar el rendimiento de un deportista de élite como yo”, afirma.

Cuando uno está en el infierno, son pocos los que estiran la mano para salvarte".
— Papu Gómez, sobre la soledad por la que ha pasado

El Papu Gómez estaba concentrado con su selección justo antes de jugar el partido más importante de su carrera y sabiendo que ese sería su último partido en mucho tiempo. Decidió no contárselo a sus compañeros porque considera que eso hubiera sido "muy egoísta por mi parte". El partido contra la selección francesa acabó con el mejor final posible. Ese penalti de Montiel hizo a Argentina campeona del mundo, pero había una persona que no estaba del todo feliz por lo que se le venía encima. "En la final del Mundial solo piensas en el partido pero cuando terminó no sabía si me venía a buscar la enfermera rubia que vino a buscar a Maradona en 1994 (...) No sabía si venía alguien en ese momento, si después del partido, si vendría cuando volviese con el Sevilla... era todo nuevo. Estaba muy feliz por la Copa del Mundo pero también con la angustia de no saber qué iba a pasar", confiesa el Papu Gómez en 'El Larguero'.

El infierno del Papu no se queda solamente en su castigo fuera de los campos de fútbol sino en la marginalidad en la que convive sin el apoyo de los que consideraba sus amigos. El jugador argentino lamenta que no se acuerden de él muchos compañeros con los que compartió vestuario. Es por ello que denuncia la soledad por la que está pasando durante en este proceso. Su relación con sus excompañeros es casi inexistente y lo lamenta en 'El Larguero': "En la cima aparecen todos y cuando uno está en el infierno, son pocos los que estiran la mano para salvarte". Esta situación "te duele" porque sirve para "darte de quién es quién".

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La sanción fue impuesta con una duración de dos años de la que ya lleva cumplida la mitad. Después de estar los primeros meses muy deprimido y pensando en la posibilidad de dejar el fútbol para siempre, ahora el Papu vive un momento diferente. "Estoy muy feliz y motivado. Quiero volver a jugar al fútbol", señala el campeón del mundo que a partir de ahora ya puede entrar en las instalaciones de cualquier club para seguir ejercitándose. En su momento actual, reina el optimismo y su objetivo es trasladarse a Madrid después de estar reencontrándose "con ese niño que fui y esa parte amateur que tenía abandonada".