"Jugadores, mercenarios", "Directiva, dimisión"...: máxima tensión a la llegada del Valencia tras la derrota en Valladolid
Los chés durmieron colistas este viernes después de caer en el duelo directo por el farolillo rojo
Corren tiempos aciagos para un Valencia CF incapaz de remontar el vuelo en la, de momento, peor temporada de su historia en Primera División. Su duelo de este viernes en el estadio José Zorrilla de Valladolid dejó a los chés en una más que delicada última posición de la tabla. Ya desde la previa se antojaba como un duelo vital entre los dos últimos clasificados, y el 1-0 terminó siendo la gota que colmó el vaso de la afición valencianista.
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A cientos de kilómetros de Pucela, el descontento estalló con un equipo que volvió a fallar en la jornada más esperada. Y a modo de respuesta, un buen número de aficionados salieron a la calle clamando por un giro de guion en el club antes de que esta mala temporada sea irreversible.
El Valencia CF emprendió el viaje de vuelta a casa en la misma noche, estando prevista su llegada al aeropuerto durante la madrugada, y aun así se topó con una hinchada fuera de sí. Cánticos como "directiva, dimisión", "estamos hasta los huevos" o "jugadores, mercenarios", fueron unánimes desde que la expedición valencianista puso los pies en Manises. El cordón policial desplegado a conciencia, eso sí, evitó que el enfrentamiento entre aficionados y empleados del club pasase a mayores mientras los protagonistas de Valladolid enfilaba el camino de vuelta a casa en sus vehículos.
La situación clasificatoria del equipo es de una inestabilidad preocupante. Tras haber sumado 10 puntos en las 15 primeras jornadas, su futuro es más que incierto y su entrenador, Rubén Baraja, podría ser el primero en caer.