Con 114 años es la mujer más anciana de su país y ahora comparte los 3 secretos de su longevidad
Naomi Whitehead es la estadounidense más longeva del mundo
Naomi Whitehead.
Naomi Whitehead, una mujer de 114 años de Pensilvania, ha sido reconocida como la persona viva más longeva de América del Norte. Naomi, quien reside en una comunidad de cuidado para personas mayores en Greenville, alcanzó este estatus tras el fallecimiento de Elizabeth Francis de Texas el 22 de octubre de 2024.
Whitehead nunca esperó vivir tanto tiempo y en 2023 le dijo a New Castle News: "Viviré tanto como el Señor me permita".
Alcanzar más de 100 años de vida es poco común: en enero de este año, los centenarios constituían el 0,03% de la población de Estados Unidos, según un análisis del Pew Research Center basado en datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Sin embargo, la esperanza de vida promedio está en aumento, al igual que el interés en cómo nuestro estilo de vida puede contribuir a una mayor longevidad.
Naomi Whitehead, a sus 114 años, ha compartido los tres consejos que considera que le han ayudado a tener una vida tan longeva.
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Trabajar duro
En una entrevista con el youtuber Jack Gordon, Whitehead compartió que su principal consejo es "trabajar duro". Whitehead pasó años trabajando en una granja, arando campos y recogiendo algodón y tabaco, lo que la llevó a mudarse con frecuencia.
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Este consejo resuena con el de otros centenarios mencionados por Business Insider: William, un hombre de 101 años de Toronto, atribuyó su longevidad a haber tenido diversos trabajos y haberse jubilado a los 85 años.
Una investigación de 2023, publicada en el 'British Journal of Sports Medicine', reveló que las personas que permanecen sedentarias durante el día tienen una mayor probabilidad de morir prematuramente en comparación con aquellas que realizan ejercicio diario.
La religión
La religiosidad es otro rasgo común entre los supercentenarios. Las investigaciones indican que puede proporcionar un sentido de propósito y comunidad, ambos factores asociados con la longevidad.
Un estudio de 2016 realizado con 74.534 enfermeras estadounidenses de entre 30 y 55 años encontró que aquellas que asistían a servicios religiosos más de una vez por semana tenían un 33 % menos de probabilidades de morir prematuramente en comparación con las que no asistían. Los investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard sugirieron que esto podría deberse en parte al apoyo social y al optimismo que la comunidad puede ofrecer.
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No beber ni fumar
Whitehead mencionó que nunca había fumado ni consumido alcohol, dos hábitos que se asocian con una mayor longevidad. La Organización Mundial de la Salud afirma que ningún nivel de consumo de alcohol es seguro para la salud, y un estudio de 2021 publicado en el European Journal of Public Health encontró que el consumo leve o moderado de alcohol, definido como menos de una bebida alcohólica al día, fue responsable del 13,3% de los 3.723.600 casos de cáncer relacionados con el alcohol en Europa en 2017.
Además, el tabaco provoca ocho millones de muertes anuales a nivel mundial, según informó la OMS el año pasado. En promedio, quienes nunca han fumado viven aproximadamente diez años más que los fumadores, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
