Entre la ilusión por el triunfo de la revolución y el miedo a que derive en extremismo: Siria se instala en su nueva realidad

Enviado especial a Damasco (Siria)

Ha pasado más de una semana de la caída del régimen de Bachar el Asad y Siria empieza a instalarse en su nueva realidad. Israel está aprovechando esta transición para ganar posiciones dentro de Siria, mientras en el país la población de Damasco vive entre la ilusión y el miedo por la transición política que encabezan los rebeldes islamistas.

Este fin de semana la coalición ha recibido la visita del enviado especial de la ONU para Siria. El nuevo líder sirio Mohamed al Julani prometió el desarme de las milicias que tumbaron a El Asad y centrar el tema del gobierno de transición y la reconstrucción del país tras 13 años de guerra civil. Al Julani ha acelerado en varias entrevistas todos los mensajes de las últimas horas e insiste en que va a desarmar a todas las milicias que le ayudaron a derrocar al dictador.

El líder rebelde sostiene que tienen que devolver todas las armas, que se tienen que acabar esas milicias y que todo se va a agrupar en la misma agrupación de gobierno, con todas esas armas bajo el control del Estado, si es que queda alguna arma después de los intensos bombardeos de las últimas horas. Desde el pasado domingo, en poco más de una semana, ha habido medio millar de ataques, los últimos de los cuales, a las bases armadas que tenía el régimen en la costa, en Tartús y en Hama, han sido impresionantes.

Prioridad del nuevo gobierno

La prioridad de Al Julani sigue basándose en un discurso moderado con varias puntos clave:

• Reconstruir el país después de 13 años de guerra.
• Reconstruir las viviendas.
• Que los desplazados regresen.
• Crear una aplicación para recabar información de los desaparecidos.

Y en lo político es simbólica la manera acelerada en la que muchas embajadas están dando ya el apoyo a Al Julani. Catar abre este lunes su sede diplomática. El sábado lo hizo Turquía. Este martes es probable que lo haga la de Irán y que llegue la primera delegación europea, la francesa.

Además, cuenta con el respaldo de todo un representante de la ONU al reunirse con el autoproclamado hombre fuerte del país en las últimas horas. El enviado especial de Naciones Unidas ve la situación mucho mejor que en la época de la dictadura y espera que se levante el embargo. También ha pedido a este gobierno que garantice los derechos de las mujeres y de las minorías.

Entre la ilusión y el miedo

"La transición del poder ha sido de forma muy pacífica", explica Alaa al Khitab, un funcionario que trabajaba con el régimen, pero que se pasó al bando contrario para luchar contra él ante los ataques a su familia en la frontera con Israel en Al Quneitra. "Todo lo que ahora nos viene a través del primer ministro nos alegra muchísimo".

Al Khitab dice que ilusionan los mensajes conciliadores que el nuevo gobierno está poniendo en marcha, pero también que entiende el miedo de la comunidad internacional a esta coalición, con un pasado relacionado con Al Qaeda o con el Estado Islámico. "Entendemos el miedo porque los grupos extremistas intentan subir por encima de las victorias del pueblo", señala. A este exfuncionario le han subido el sueldo un 400% ya que la situación económica es absolutamente desastrosa.

"Al Julani no puede seguir el modelo de Idlib en toda la comunidad siria porque la gente de allí aceptaba la sharia y todo", apunta este funcionario, quien cree que la aplicación de la ley islámica a la vida civil no se puede hacer en todo el territorio porque hay muchas sensibilidades. "La sharia siempre ha formado parte de la sociedad siria, pero nunca ha llevado a la gente al extremismo".

"El islam moderado siempre se ha planteado aquí en Siria. Nunca hubo fanatismo", apunta Al Khitab, quien espera que la revolución triunfe definitivamente. "No vamos a elegir un modelo que no sea apropiado para nosotros".