"Los libros no tienen edad": el encuentro literario que une a niños y mayores a través de la lectura
'La Ventana de los libros' ha emulado la iniciativa del festival de literatura infantil ' Abrapalabra', un encuentro literario intergeneracional. Niños y mayores han compartido su visión sobre el libro 'El niño del carrito' de Begoña Oro
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La Ventana de los Libros | Una autora, un libro y dos generaciones
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Madrid
La Ventana de los Libros de esta semana ha albergado un programa especial que ha querido celebrar la literatura como un puente entre generaciones. Inspirado en el festival de literatura infantil y juvenil Abrapalabra, organizado en Madrid por Ana Cristina Herreros, el equipo de La Ventana ha querido replicar la magia de esos encuentros intergeneracionales en el estudio mostrando los puntos de vista de los pequeños y los mayores ante una misma obra. Para ello, han reunido a un elenco ecléctico: la propia Ana Cristina Herreros, creadora del festival; Begoña Oro, escritora del libro que se ha comentado, El niño del carrito (Ediciones SM); dos jóvenes lectores de 9 años, Suso Nanclares y Belén Tapari, del Colegio Público Vázquez de Mella de Madrid; y dos lectoras veteranas, Mª Ángeles Morales y Toñi García, integrantes del club de lectura del centro de mayores Casa del Reloj.
Begoña Oro, creadora de la popular ardilla Rasi, ha compartido cómo su libro El niño del carrito se convirtió en el protagonista de este diálogo intergeneracional. La obra, que mezcla humor y melancolía, ha suscitado interpretaciones distintas entre niños y mayores. "Me gustó mucho que algunas compañeras dijeran que les parecía melancólico, porque hay tristeza. Le llega también al niño ese acompañamiento de sus miedos, que son los de todos, esa tristeza que acecha como la depresión. Cuando somos pequeños nos quedamos con la gamberrada, pero nos va quedando poso todo lo que leemos", ha relatado Oro, que cree firmemente que la literatura infantil también le puede interesar a los mayores.
Sobre la elección del supermercado como contexto del libro, Oro ha contado que era un lugar que le permitía la flexibilidad para acceder a múltiples objetos con los que interactuara M, el protagonista. "Yo quería que tuviera de todo. Necesitaba que hubiera kleenex para cuando el niño llorase, por ejemplo. Además, todas las personas de las que se rodea son personas mayores trabajadores de diversas áreas", ha explicado la autora.
Suso y Belén, con solo 9 años, han demostrado que la pasión por la lectura no entiende de edades, como proclama Begoña Oro. Prepararon el encuentro leyendo con detenimiento El niño del carrito y han expresado que les encantó por lo divertido y emocionante que les resultó. Ambos han confesado ser grandes lectores, aunque Suso tiene una inclinación especial por los cómics, que además dibuja. De hecho, ha dicho que de mayor le gustaría ser dibujante de tebeos. Y es que Suso ha recordado muy bien todos los detalles del libro, síntoma de que ha prestado mucha atención. Le ha preguntado a Begoña en directo en qué se había inspirado para escribir el libro, y ella ha respondido que en sus visitas al Carrefour. "Tiene que ver con poner a los niños a la misma altura, hablar con ellos y mirarles a los ojos", ha respondido la autora.
Mª Ángeles Morales y Toñi García, de 92 y 82 años respectivamente, han aportado por su parte la perspectiva de quienes llevan toda una vida leyendo o han redescubierto este placer en la madurez. Ambas han coincidido en que El niño del carrito les sorprendió por su capacidad de conectar con todas las edades. "Antes leía mucho, pero lo había dejado un poco hasta que entré en el club de lectura”, ha confesado Toñi.
Por su parte, Mª Ángeles ha destacado la importancia del club, que les permite no solo leer sino compartir ideas y emociones con otras personas. Ambas lectoras quedaron encantadas con el intercambio con los niños y han concluido que este tipo de encuentros son una forma maravillosa de renovar el amor por los libros. Ana Cristina Herreros, por su parte, ha explicado que buscaban, en efecto, esa relación 'perdida' entre niños y abuelas. "En otro momento se daba más y ahora es más difícil que se encuentren. Queríamos que la biblioteca fuera este lugar de encuentro, una biblioteca de barrio para que fuera el comienzo de estos encuentros", ha dicho la promotora de la iniciativa Abrapalabra.
![Álvaro García-Dotor](https://author-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub/prisaradio/66267dc9-cf93-4c08-9914-ab6ce344c2d9.png)
Álvaro García-Dotor
Periodista cultural. Redactor en La Ventana.