La sección de Bob Pop en «Hoy por Hoy» abre las ondas a que los oyentes planteen sus preguntas, cuestiones o dudas y que el colaborador las responda desde su perspectiva. Algunos de esos mensajes suelen plantear son consultas mundanas, de su día a día, pero otras esconden detrás interrogaciones vitales que pueden ser de ayuda para el resto de radioyentes. Ha sido el caso de Marina, una oyente que ha llamado para explicar que su hijo mayor, de apenas seis años, recibe de su entorno no familiar cada vez más mensajes sobre el sentimiento de españolidad. Mensajes que preocupan a la madre porque «llevan una connotación del odio, de rechazo al que no se siente así». Y para ponerle solución, ella ha decidido explicar a su hijo que «la única bandera que nos representa es la LGTBIQ+». Marina se preguntaba, y pedía la ayuda de Bob, para saber cómo en casa pueden hacerle entender a su hijo ese respeto «cuando, además, seguimos viendo por la calle ciertas banderas, como la preconstitucional, u otras que fomentan tanto odio y dolor y que están ahí visibles, de manera impune» y que incluso se venden por la calle sin control alguno. Una pregunta a la que ha añadido que no es solo las banderas, sino los mensajes de odio al diferente que cada vez son más habituales. Bob Pop, con su apabullante sinceridad, ha comenzado dando la enhorabuena a Marina por la solución que ha encontrado, que no es otra que la protección de la bandera LGTBIQ+, porque «la diferencia que tiene con las otras banderas es que es una bandera que sirve para acogernos y para crear un espacio común de seguridad y no para agredir a los otros». El colaborador de «Hoy por Hoy», con su habitual ironía, ha proseguido apuntando que «no voy a decir mucho sobre inmigración y demás, pero como cada vez que lo digo se me llena el timeline de fachas en redes, pues hay que hacer mucha limpieza», pero sí que ha querido dejar claro que le parecía «estupendo» que Marina se hubiera dado cuenta de lo que estaba viviendo su hijo y que hayan conseguido crear «un espacio de seguridad que sea la bandera del arcoíris». «Tu hijo irá viendo que al final las banderas no sirven para nada», ha recalcado. Y es que Bob ha insistido en que «si las banderas sirven para lanzarte a la cara, para restregarte, para crear murallas invisibles o visibles con muchos colores, en ese caso no sirve para nada». Además, ha felicitado a Marina por la educación que le brinda a su hijo, ya no por él solo, sino porque «porque tu hijo luego eso lo irradia alrededor, y eso es muy importante», ya que contribuirá a que el entorno de su hijo también reciba mensajes de respeto.