Pablo Álvarez, astronauta: "Tienes que estar muy concentrado para no cometer ningún error porque te puede costar la vida"

Madrid

El astronauta leonés Pablo Álvarez ha completado ya su formación en Actividades Extravehiculares en la Nasa, en Houston, lo que le permitirá, a partir de ahora, salir a realizar actividades fuera de la estación espacial. "Reparar algo que se haya roto, instalar algún equipo nuevo, cambiar los paneles solares... La imagen más mítica de un astronauta, con el traje y flotando en el espacio", ha detallado el ingeniero en Hora 25. Para ello, Álvarez ha tenido que entrenar muy duro durante dos años, en los que cada día ha realizado actividades en las que se simulaba que estaba en el espacio: "Tienes que estar muy concentrado para no cometer ningún error porque te puede costar la vida", ha advertido.

El leonés, que sigue inmerso en su formación ha dado detalles sobre el entrenamiento: "Es muy duro, el traje pesa 145 kilos. En las manos, son muchas capas que tienes que doblar cada vez que intentas usar las manos y es comparable a apretar una pelota de tenis, pero durante seis horas. Esa es la sensación, que sales machacado". A pesar de ello, ha asegurado que su profesión le apasiona y que no ha pensado nunca en que no era lo que quería hacer: "Estoy cumpliendo mi sueño. Estoy disfrutando cada día", ha confesado.

Álvarez también ha contado que, durante el entrenamiento, ha tenido que simular que un compañero se desmayaba: "Tienes que llevar tu traje y a tu compañero flotando, y tienes que hacerlo lo más rápido posible", algo que, en el espacio podría costarle la vida: "Te queda cruzar los dedos para que nunca se dé esa situación en el espacio. Nuestra carrera una una actividad espacial es muy delicada en muchos procedimientos y mucha gente revisando cada cosa que haces, cada movimiento, es una coreografía ensayada mil veces", ha explicado.

El astronauta ha contado que, en las misiones espaciales, también se aprovecha para realizar investigaciones en las se experimenta con ellos mismos y su salud: "Todos los datos que tengas antes de que volemos sirven para hacer ciencia y para ver qué cosas cambian cuando estás seis meses en microgravedad y cómo te recuperas cuando vuelves a la tierra", y ha detallado: "De media un astronauta crece unos siete centímetros en una misión. Cuando vuelves a la Tierra, vuelves a tu altura normal". Consecuencias en la salud que tienen que revisar continuamente con controles periódicos: "El sistema cardiovascular se ve afectado. Todos hemos tenido esta sensación no de levantarnos rápido y marearnos. Eso pasa por la gravedad y tus venas están trabajando para llevar la sangre al cerebro. Cuando cuando estás seis meses en el espacio, eso no sucede durante seis meses y esos músculos también se atrofian de alguna forma", ha detallado.

Una vez inmerso en una misión, el Álvarez ha contado que puede hablar con su familia siempre que quiera por videollamada. Trabajan ocho horas al día, entrenan dos y descansan el resto del tiempo: "Tenemos un teléfono para hacer llamadas a la tierra, pero no podemos recibirlas", ha contado.

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Aunque sea una profesión peligrosa y él y su familia sean conscientes, el astronauta se siente preparado para cualquier contratiempo que pueda sucederle en la vida: "La formación te prepara a que puedes enfrentarte a cualquier cosa: "Se que puedo tirarme a la piscina y salir airoso"