Sayan Chakraborty, ex-trabajador de la NASA: "Pronto no hará falta conversar con la IA. Estará totalmente integrada en nosotros"

Ámsterdam (Países Bajos)

Ha trabajado como ingeniero en la NASA, fue uno de los pioneros en comercializar el sistema GPS y ha asesorado al Gobierno estadounidense en materia de regulación de inteligencia artificial (IA). Sayan Chakraborty, presidente de Producto y Tecnología de Workday, no parece tener dudas cuando le preguntamos sobre cómo será nuestra relación con la tecnología dentro de una década: "Avanzamos hacia una tecnología más humana. Pronto los ordenadores portátiles o las gafas virtuales desaparecerán. La IA estará integrada en nosotros mismos".

En el marco del evento EMEA Rising Workday 2024, que ha congregado en Ámsterdam a más de 5.000 profesionales relacionados con el sector tecnológico, Chakraborty hace radiografia del presente y futuro del paisaje tecnológico y su impacto social. "Los humanos siempre hemos tenido que adaptarnos a la tecnología. La manera en la que interaccionamos con un ordenador o un teléfono movil -a través de un teclado o incluso de la voz- sigue sin ser humana", cuenta. "No hay nada natural en un portátil", explica.

Sin embargo, los avances de la inteligencia artificial buscan terminar con este tipo de interacción que no tiene ningún componente orgánico. "Hablaremos con la tecnología. Nos reconocerá y sabrá cuál es nuestra intencionalidad. Será capaz de saber qué queremos hacer en cada momento y cómo puede ayudarnos. La inteligencia artificial será proactiva: un asistente constante en nuestra vida", explica.

"No significa que vayamos a tener un chip insertado en nuestro cerebro", aclara rápidamente. El escenario que el ingeniero dibuja para dentro de unos diez años contempla que los ordenadores y los teléfonos móviles pierdan peso en favor de otros dispositivos que permitan un diálogo ininterrumpido con la tecnología para asistirnos y mejorar nuestra vida. Los desarrolladores tabajan para que los humanos podamos "dialogar constantemente" con ella, aunque todavía está por ver de qué forma y a través de qué dispositivos lo consiguen.

Una revolución en el mercado laboral: la economía del conocimiento ha muerto

"La tecnología aumenta el conocimiento y la experiencia. Estamos pasando de una economía basada en el conocimiento, a una basada en las habilidades", explica a la SER cuando le preguntamos sobre si el aumento de la productividad que conlleva la revolución tecnológica actual terminará destruyendo empleo.

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"Un montón de gente va a tener un hueco en ciertos puestos para los que no se les hubiera considerado nunca si no fuera por la IA", explica. Hasta ahora, la economía del conocimiento siempre ha estado basada en adquirirlo: ir al colegio y a la universidad, estudiar para un examen y demostrar los conocimientos en diferentes materias.

"Eso bloquea a muchas personas a conseguir algunos puestos porque no tienen el grado o la formación que las empresas exigen", asegura el directivo de una de las empresas de software de gestión de recursos humanos más importantes del mundo. Sin embargo, con la información y el conocimiento cada vez más accesible, el valor que aporta en cada candidato tiende a ser mejor. Será más valorado quien sepa manejar y administrar el conocimiento que quien lo posea.

"Avanzamos hacia un ecosistema laboral en el que podemos identificar las habilidades de cada candidato, tenga o no la formación y el conocimiento idóneo para el puesto", asegura.