Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Alguacil alguacilado

Existe el delito de denuncia falsa, penado con hasta dos años de prisión y desconocer la ley no impide ser castigado por violarla

Alguacil alguacilado

Barcelona

Los juegos peligrosos son peligrosos. Veamos el caso Aldama. El empresario acusa a sus dos supuestos a antiguos amigos, Koldo García y el exministro José Luis Ábalos, de conductas tipificables como delitos de cohecho, cobros ilegales desde la Administración, a cambio de favores especiales. Los dos lo niegan. De momento no hay ninguna prueba de que ese dinero acabase en el partido socialista, como aduce Aldama. Así que en principio parecería que vale más la palabra de dos que la de uno solo, si es que alguna vale algo. Y el Gobierno empuja al negociante a que presente pruebas, y si no, que calle.

Pero Aldama sigue sin presentar pruebas. ¿Por qué? ¿Por qué prefiere guardar sus mejores cartas para después? No tiene mucho sentido en un proceso penal. ¿Va de “perdidos al río”, yo soy delincuente pero no me iré al infierno solo, arrastraré a quien convenga. ¿O acusa porque no tiene temor de Dios, es inconsciente de estar cometiendo delito?. Existe el delito de denuncia falsa, penado con hasta dos años de prisión. Además, desconocer la ley no impide ser castigado por violarla.

Para que se produzca el delito de acusación falsa deben existir estos requisitos: 1) que se acuse a otra persona concreta, 2) de unos hechos delictivos 3) sabiendo que la denuncia es falsa o sin estar seguro de ella y 4) formularla ante un funcionario competente en la materia, como un juez. Al paso que va, en ausencia de novedades sustantivas, no sería tan raro que Aldama acabe como un alguacil alguacilado. Pero si sus denuncias fuesen ciertas solo en parte, tampoco saldría bien librado con la Justicia, porque habría cometido delitos de cohecho.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...