Manuel Jabois, sobre la obligación de rectificar de los usuarios influyentes: "La gente molesta es la gente que va a reconocer que miente."

Madrid

Me parece una noticia muy proclive a burlas, porque evidentemente habrá cuentas que tengan, o crean tener, que rectificar bromas que todo el mundo hemos pillado menos el algoritmo de seguridad del Gobierno (aclaro que la política de seguridad de un Gobierno suele ser un algoritmo encarnado por humanos-robots). Pero que eso no disuelva lo sustancial: hay cuentas de todo pelaje ideológico cuya existencia en redes se limita a calentar al personal con mentiras, a intoxicar de odio la atmósfera, a retorcer la realidad hurtando contexto para hacer que una mentira finja ser verdad.

Hablemos de repercusión, que es mucha. Hablemos de retuits, que es la delegación del crimen y lo practican muchos medios. “Yo me limito a trasladar lo que dice otro”. No, tú estás mintiendo por el otro: el otro ha dicho una trola que no tendría más repercusión que en su casa, pero tú, medio, lo llevas a un titular y lo metes en las casas de los demás, o tú, tuitero de 400 mil seguidores, lo rebotas para que los demás lo lean mientras te lavas los manos. ¿Sabes qué es lo más interesante de esto? La gente que va a protestar la medida. La gente molesta por tener que rectificar, o sea: la gente que va a reconocer que miente.