DANA, palabra del año para la FundéuRAE
En 2023 la seleccionada fue polarización
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, han elegido DANA como palabra del año. "Las graves inundaciones en el este y el sur de la península ibérica han hecho que se haya disparado el uso en los medios de comunicación durante el último trimestre de dana (con minúsculas), la lexicalización de DANA, sigla de depresión aislada en niveles altos. La forma dana ha sido incorporada al Diccionario de la lengua española en su última actualización, que se hizo pública este martes 10 de diciembre. Si se usa como sigla, se escribirá enteramente con mayúsculas, pero ya se emplea como sustantivo común lexicalizado escrito en minúsculas: la dana", explican desde FundéuRAE.
Dana ya fue candidata a palabra del año de la FundéuRAE en 2019, pero no llegó a alzarse como ganadora entonces. La intensidad y la frecuencia con la que se repite este fenómeno meteorológico, la misma con la que se recoge en los medios de comunicación, ha vuelto a poner su nombre en las portadas. Lo ocurrido en España se suma a otras fuertes catástrofes climáticas que han tenido lugar este año, como las inundaciones en Perú, Europa central, Estados Unidos o Brasil.
El diccionario académico recoge esta voz como lexicalización del acrónimo DANA, que corresponde a la expresión depresión aislada en niveles altos, enteramente con minúsculas. Se incluye en esta obra, por tanto, como sustantivo común, escrito con minúsculas (la dana, una dana), como término propio de la meteorología y con el significado de 'depresión en niveles altos de la atmósfera, que, aislada de la circulación general atmosférica, se mueve de forma independiente y puede producir grandes perturbaciones con precipitaciones muy intensas'.
La fundación ha matizado que, si se opta por su escritura como sigla, es decir, con mayúscula en todas las letras, el plural es las DANA, no las DANAs ni las DANAS. No resulta apropiada la grafía Dana, solo con mayúscula inicial, salvo que sea la primera palabra de un enunciado.
Se trata de una voz que, según se puede observar en los corpus académicos, se emplea principalmente en España. Desde el ámbito técnico en el que nació este vocablo, dio el salto a los medios de comunicación y, finalmente, aterrizó en la lengua general y en el diccionario académico.
Este 2024 había 12 palabras candidatas: alucinación, dana, fango, gordofobia, inquiokupa, mena, micropiso, narcolancha, pellet, reduflación, turistificación y woke. Muchas de ellas relacionadas con vivienda, tecnología, turismo y medioambiente.
Como cada año, las voces seleccionadas por la Fundación cumplen dos requisitos. Por un lado, son palabras que han aparecido con especial frecuencia en los medios de comunicación y en el debate social en los últimos doce meses. Por otro lado, se intenta que todas las candidatas tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: que generen dudas entre los hablantes, que hayan adquirido un significado nuevo, que se hayan formado de una manera poco habitual.
Las anteriores ganadoras fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021), inteligencia artificial (2022) y polarización (2023).