Las palabras de la espeleóloga al médico que le salvó la vida en 2023: "Doctor, ya nos conocemos, me volví a caer, que desgracia..."
La mujer de 32 años fue rescatada recientemente en la cueva en la que ya se accidentó el año pasado
Este pasado 18 de diciembre, a las 2:59 horas, Ottavia Piana salía de la cueva Abisso Bueno Fonteno, situada en Bérgamo, después de 75 horas de rescate. La espeleóloga se había caído desde una altura de cinco metros cuando intentaba mapear los túneles de la gruta, sufriendo varias fracturas en piernas y tórax y quedando atrapada en su interior, a 400 metros de profundidad y a varias horas de camino de la salida. Era una situación límite que, por desgracia, la mujer ya conocía.
Para rescatarla han participado 159 técnicos del Cuerpo Nacional de Salvamento Alpino y Espeleológico de 13 regiones italianas diferentes en una misión que duró más de tres días, pero, como decimos, ya tuvo una experiencia parecida el pasado año. Aquella vez, en la misma cueva, quedó atrapada durante 40 horas y también tuvo que ser asistida por los mismos cuerpos de salvamento, participando en las dos ocasiones un joven anestesista al cual reconoció Ottavia cuando lo vio en su segundo percance.
Leonardo Sattin se unió a la expedición de rescate y ha contado cómo fue su conversación y las sensaciones que le manifestó la mujer de 32 años. "'Doctor, ya nos conocemos, me volví a caer, qué desgracia...', me dijo en cuanto nos vimos", comentó el médico, que explicó que en aquella ocasión pasó unas 13 horas junto a ella acompañándola hasta la salida entre las rocas subterráneas de Monte Torrezzo. Entre el 4 de julio de 2023 y el 18 de diciembre de 2024, Piana vio la luz a través de la misma cueva y en circunstancias muy parecidas.
Una aventura accidentada
La zona es totalmente desconocida y bastante inhóspita, de ahí la intención de la chica de mapear todo aquello, así que los servicios de rescate lo tuvieron muy complicado. "Ella fue quien nos guio. Id para aquí, id para allá, y fue importante porque ese es un ambiente que nadie conoce todavía", explicaba Sattin, que aseguró que mientras el equipo se sentía totalmente perdido, "ella siempre supo dónde estaba". La aventura fue un calvario para todos, pero aún más para Ottavia, aunque a pesar de las heridas estaba muy enfocada.
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Esta vez estuvo 20 horas junto a ella y cuenta su experiencia. "Decía: 'No tengo hambre ni sed'. Conseguimos que bebiera dos sorbos de agua y comiera un pequeño trozo de sándwich... Sin embargo, no podíamos excedernos para evitar náuseas que podrían haberle causado problemas", manifestó el médico, que destacó la dificultad de permanecer así en una camilla durante días. "De vez en cuando pedía un descanso. Luego, por la noche, ella también logró dormir, un par de veces durante un par de horas. Estaba despierta desde el sábado pasado".
"Ottavia es muy fuerte, logró mantener la calma durante mucho tiempo. También hablamos de su gran pasión, de Bueno Fonteno, ella está muy apegada al lugar y lo puedo entender. Me habló de los 35 kilómetros del sistema, me dijo que estaba explorando ese ramal... incluso se rio para restarle importancia a que el accidente había ocurrido nuevamente. Le dije: Mira, te has hecho famosa", pero ella tenía un poco de desasosiego y sus pensamientos se iban a que había tenido "mucha mala suerte". El primer accidente, lejos de aplacar sus ansias de exploración, intensificó su deseo, aunque quizá tras el segundo se lo piense un par de veces más antes de volver a repetir la aventura.
Miguel Muñoz
(Linares, 1992) Periodista, SEO y redactor en la sección de deportes de la Cadena SER. Graduado en Periodismo...