Internacional

Muere el oficial portugués Almada Contreiras, uno de los símbolos del 25 de Abril

El antiguo militar fue quien eligió la canción Grândola, Vila Morena como seña para iniciar el levantamiento

Imagen de archivo / PATRICIA DE MELO MOREIRA (Getty Images)

Oporto

El año que Portugal tenía señalado en el calendario para celebrar el legado del 25 de Abril, la Revolución que acabó con la dictadura salazarista y trajo la democracia al país, está siendo también el año en que los portugueses se despiden de quienes hicieron de aquel día un símbolo internacional de la democracia.

Este miércoles murió Carlos de Almada Contreiras, el oficial de la Marina que eligió la canción Grândola, Vila Morena como seña para la operación militar Fin de Régimen. Según fuentes de la familia comunicaron a Lusa, el exmilitar alentejano sufrió una muerte súbita a los 83 años.

Toda su carrera quedó para siempre marcada por la Revolución: se considera el miembro más importante del MFA (Movimiento de las Fuerzas Armadas, un grupo de oficiales que lideró el golpe) dentro de la Marina y participó activamente en la redacción de su programa revolucionario. Inmediatamente después, fue miembro de la Comisión Coordinadora del MFA, miembro del Consejo de Estado y del Consejo de la Revolución. Al año siguiente, en 1975, se desempeñó como director del Servicio de Coordinación de Informaciones.

Según informa la Comisión Conmemorativa de los 50 Años del 25 de Abril, Almada de Contreiras “realizó entre 1964 y 1970 diversas comisiones militares en Guinea, Mozambique, Angola y Santo Tomé y Príncipe (…) Tras pasar a la reserva, estuvo en Mozambique entre 1988 y 1997, con actividades en la Secretaría de Estado de las Pescas y en la FAO”. Fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de la Libertad y se ocupó de la colección Memorias de Guerra y Revolución, editando obras con el objetivo de estudiar la memoria histórica de la Revolución.

Grândola, Vila Morena fue compuesta por el cantautor José Afonso, grabada en 1971 y tocada por primera vez en público en Santiago de Compostela, al año siguiente. Al sonar en la emisora católica Radio Renascença, en la madrugada del 25 de Abril de 1974, dio la señal a los militares para iniciar el levantamiento.

Si esta canción fue la banda sonora de la también conocida como Revolución de los Claveles –y sigue representando la libertad en todo el mundo--, el clavel insertado en los fusiles sigue siendo su símbolo visual. Se debe a un acto fortuito de la entonces camarera Celeste Caeiro, quien ofreció a los soldados lo único que tenía en la mano en ese momento: las flores que había llevado a su cafetería. Caeiro falleció también recientemente, el 15 de noviembre, sin haber recibido en vida ningún reconocimiento oficial.

Así, el 50.º aniversario de la Revolución, que se anticipaba también como la gran reivindicación del legado del 25 de Abril, comenzó con unas elecciones anticipadas que resultaron en unas de las más divisivas de la democracia lusa, y termina con la muerte de algunos de sus símbolos.