Peris-Mencheta: "He estado rodeado de amor, pero la leucemia es un viaje en solitario"

Sergio Peris-Mencheta está viviendo un doble aterrizaje. Acaba de llegar a Madrid después de un año y medio sin pisar España, lo que ha traído consigo reencuentros y abrazos con familia y amigos. Pero también está recién aterrizado en la que considera la "otra mitad de su vida", que dio comienzo en el momento en el que recibió un trasplante de médula para tratar su leucemia. Seis meses después la enfermedad ha desaparecido pero su cuerpo sigue luchando contra unas células que considera extrañas. "Tomo una medicación a la que llamo 'los diplomáticos' que lo que hacen es tratar de negociar con los glóbulos blancos para que no ataquen a mi cuerpo. Por eso tengo de momento la cara de 'color minero', por la medicación".

El proceso hasta llegar a este punto no ha sido sencillo. Pasó por un primer diagnóstico médico que le daba por muerto y después decidió apostar por las terapias alternativas. Hasta que llegó el médico español que le salvó la vida: el Dr. Antonio Pérez, experto en oncología infantil del Hospital La Paz. "Estuvo una hora y media hablando conmigo por teléfono y me explicó todo como a un niño". Eso le dio la confianza para creer que las cosas podrían salir bien.

El 28 de mayo fue el día del trasplante de médula. Las células pertenecían a su hermano Yonyon y viajaron miles de kilómetros sobre el Océano Atlántico para llegar desde España hasta Los Ángeles. "¿Has tenido miedo a la muerte?", le ha preguntado Mara Torres. "Mucha, pero no por mí si no por la posibilidad de dejar a mis hijos sin su papá"

Estos meses han sido los más productivos de su vida a nivel creativo. Ha dirigido la obra '14.4' a distancia, ha rodado un documental sobre su proceso curativo e incluso se ha animado a escribir su primer libro.