Sergio Peris-Mencheta se sincera sobre el miedo a la muerte durante su lucha contra la leucemia: "Esta experiencia te cambia mucho"

Madrid

Hace cerca de un año, concretamente el pasado mes de febrero, el actor Sergio Peris-Mencheta anunciaba a través de sus redes sociales que le habían diagnosticado leucemia y que iba a tener que someterse a un trasplante de médula para poder superar la enfermedad: "Me siento más vulnerable, aterrorizado y pequeñito que nunca, y valorando desde hace ya unos meses cada uno de mis pasos sobre la tierra". A pesar de que en un primer momento pensó en afrontar este proceso con tratamientos alternativos, el médico Antonio Pérez fue tan claro con él que decidió ingresar en un hospital de Los Ángeles (Estados Unidos) para poder hacer frente a la enfermedad que mató anteriormente tanto a su padre como a su abuelo.

Así lo ha dado a conocer este jueves en El Faro, donde le ha explicado a Mara Torres cómo está siendo su proceso de recuperación después de someterse el pasado mes de mayo a un trasplante de médula que supuso un antes y un después en su estado de salud. En un momento dado de la entrevista, la periodista le ha preguntado a su invitado acerca del miedo a la muerte y sobre cómo convive con ella en el momento más crítico de su vida. Y el actor ha reconocido que ha tenido muchísimo miedo a la muerte a lo largo de su vida.

La importancia de su madre

Especialmente cuando era un niño, momento en el que descubrió que la vida tenía un inicio y un final: "Soy hijo de padres agnósticos y a los 12 años me di cuenta de que me iba a morir y nadie me había dicho eso antes. Fue mi gran crisis existencial. Tuve una a los 12 años y otra a los 26. En aquel momento llegué a la conclusión de que todos mis amigos se iban a ir al cielo y yo no sabía a dónde iba a ir". No obstante, su madre le ayudó a superar la que sin duda alguna fue una de las grandes crisis de su vida: "Fue la única capaz de calmarme porque, cuando yo le decía que me iban a comer los gusanos cuando me enterraran, ella me decía que tan solo iba a devolverle a la tierra el regalo de vivir. Eso me calmaba y me quedaba dormido".

El actor ha lamentado el hecho de no poder tener a su madre al lado para que le acompañara durante este proceso: "No he tenido una mamá que estuviera el resto de mi vida calmándome y uno al final termina, como estamos educados, a no hablar sobre ello, a no mirar para ello y a no vivir con la muerte en el hombro a pesar de que es lo único que es seguro". Sin embargo, haber tenido que enfrentarse a una enfermedad como la leucemia le ha ayudado a ver la vida de otra manera: "Esta experiencia te cambia mucho la pelota porque relativizas mucho más".

"Lo que más miedo me daba de morir no era yo"

Durante este proceso, en el que ha tenido mucho tiempo de pensar, Sergio Peris-Mencheta ha llegado a la conclusión de que lo que más miedo le daba de morir no era él: "Yo pensaba que sí pero, en ese momento, lo que más miedo me daba era dejar a mis hijos su su papá. Y además, en esa época, yo estaba convencido de que la enfermedad era hereditaria, cunado la leucemia no es hereditaria".

Después de que tanto su padre como su abuelo fallecieran por esta enfermedad, el actor temía que la leucemia fuera genética y que pudiera acabar transmitiéndosela a sus dos hijos. Pero, tras someterse a un análisis genético en Los Ángeles, los médicos le explicaron que su genética no tenía nada que ver en la enfermedad y que sus hijos no han heredado dicha enfermedad. Algo que sin duda alguna le tranquilizó mucho, pues pensó que podrían acabar enfermando por culpa de sus genes.