La ONU pide a la UE que no acelere la vuelta de refugiados sirios a su país
La Organización Internacional para las Migraciones alerta de que Siria no reúne aún las condiciones mínimas para garantizar la seguridad de los millones de personas que huyeron de su país por la guerra
La ONU teme que las políticas contra los inmigrantes de algunos países de la Unión Europea hagan aún más difícil la reconstrucción de Siria. Algunos países, como Austria, se han mostrado partidarios de restringir las peticiones de asilo de los sirios y de acelerar el regreso de los refugiados, proceso para el que la Unión Europea planea entregar 1.000 millones de euros a Turquía para que este país gestione el retorno masivo, pero la Organización Internacional para las Migraciones alerta de que Siria no está preparada para la vuelta de todas estas personas.
"Pedimos a los países de la Unión Europea que frenen cualquier plan destinado a enviar a estas personas de vuelta porque si vuelven a casa la inestabilidad y la falta de oportunidades provocará que tengan que desplazarse de nuevo", ha alertado este viernes la directora general de la OIM, Amy Pope. Hoy viaja a Turquía la ministra de Exteriores de Alemania, el país comunitario con más refugiados sirios, mientras que un portavoz de la Comisión Europea se ha limitado a recordar que la intención de la Unión es incrementar su presencia en Siria una vez que se vaya estabilizando la situación política en el país.
No promovemos un retorno a gran escala porque las comunidades sirias no están preparadas para absorber a estas personas
— Amy Pope, directora general de la Organización Internacional para las Migraciones
En todo caso, Pope admite que su organización espera "un retorno a una escala mucho mayor de lo que hemos visto hasta ahora", por lo que asegura que la primera tarea de la ONU es garantizar la ayuda más básica.
Pope ha explicado que buena parte de Siria sigue arrasada por el impacto de más de una década de guerra, que hay millones de desplazados internos y comunidades donde no hay acceso a los servicios más básicos, como el agua potable. Anticipa además que la imposibilidad de acoger a millones de personas de golpe puede generar conflictos "en una sociedad que ya de por sí está en una situación muy frágil".
Desconfianza hacia el nuevo Gobierno
Naciones Unidas destaca además que aún es pronto para sacar conclusiones sobre la estabilidad y la seguridad que las nuevas autoridades islamistas sirias pueden ofrecer a las personas que durante estos años han huido del país por temor a represalias. Pope ha puesto el acento sobre todo en que el nuevo Gobierno sirio debe garantizar la seguridad de las mujeres y de las minorías religiosas.
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"Nos preocupa que facciones extremistas puedan influir en el Gobierno de modo que hagan la vida especialmente difícil a mujeres y niñas", ha avisado Pope, quien recuerda que la aportación de las mujeres "es absolutamente esencial para la reconstrucción del país". Una delegación de la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas llegará a Siria la próxima semana para monitorizar el proceso de transición política.
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...