Fútbol

Tres Red Bull e insultos en el idioma de los centrales rivales: así prepara el 'veterano' Vardy los partidos de la Premier

Las rutinas del mítico delantero del Leicester City protagonizarán un nuevo documental de 'Netflix'

Jamie Vardy, en un entrenamiento con el Leicester City / Plumb Images

Que Jamie Vardy no es un futbolista al uso es un secreto a voces en Inglaterra. Los inusuales episodios sobre los terrenos de juego de la gran estrella que guio al Leicester City a su heroico título de Premier League en el año 2017 han dado muchos contenidos a la prensa británica. También sus actos fuera de los estadios. A sus 37 años, este 'veterano' de la liga inglesa sigue dando que hablar y, antes de que su documental en la plataforma 'Netflix' vea la luz, ha han conocido nuevos detalles de su rutina de trabajo que harían llevarse las manos a la cabeza a más de un preparador físico.

Aunque el delantero ha ido modificando sus quehaceres previos a los partidos a medida que ha ido cumpliendo años, su dieta, sus horarios y su estudio del equipo rival son innegociables. En los días de partido, como ha destacado el medio 'The Telegraph', el Red Bull de antes de salir de casa no falla; el Red Bull de la llegada al estadio junto a una tortilla de jamón y queso tampoco; y para rematar, el Red Bull de justo antes de la contienda con un café 'espresso' doble pone el colofón a su particular preparación.

No es la única rutina que hace de Vardy un futbolista especial. Durante la semana de entrenamientos es un fijo cada día a las 8:30h de la mañana. Es el primero en presentarse a las sesiones, aunque dos días antes de los partidos se lo toma como su único día de descanso semanal.

Sus métodos en el campo

Sí ha cambiado su fútbol, que ha dejado de buscar el choque con los centrales rivales para bajar a recibir y dar profundidad al juego de su equipo. Menos roces físicos, pero sus 'piques' dialécticos son ya una de sus señas de identidad. Y es que, señala también 'The Telegraph', el '7' evalúa concienzudamente a quiénes van a ser sus marcadores, centrándose en su nacionalidad y aprendiéndose durante la semana insultos en lenguas extranjeras que no duda en utilizar durante sus partidos. Ello, además, no ha reducido sus números en un idilio goleador que permanece intacto. Seis goles y tres asistencias en apenas quince partidos dan fe de esta realidad, que por momentos pareció lejana después de un anterior año sin jugar.

Vardy se cuida a su manera, aunque los resultados están sobre el terreno de juego. La guinda a sus rutinas llega al entrar en su casa tras los partidos. Allí cuenta con una cámara de crioterapia, donde permanece a temperaturas bajo cero durante horas. Porque a pesar de todo, el delantero se considera un hombre de familia. Las noches en casa sentado frente a la televisión, admite, es su plan perfecto.