Víctor de Aldama disfruta en una montería de los privilegios de la libertad condicional
El supuesto corruptor del caso Koldo fue invitado este jueves a una cacería de ciervos y muflones en la finca El Santo, una propiedad de más de 1.000 hectáreas en Aldea del Fresno (Madrid), frecuentada por la alta sociedad
Madrid
Víctor de Aldama celebró su primer mes en libertad condicional disfrutando de una de sus aficiones favoritas, la caza de ungulados. Invitado por un abogado hispanoamericano, acudió este jueves a una montería exclusiva organizada en la finca El Santo, ubicada entre las localidades madrileñas de Aldea del Fresno, Navas del Rey y Chapinería, donde en compañía de otros participantes abatieron ciervos de gran porte y muflones, cuyos cadáveres a los pies del corruptor del caso Koldo son visibles en la fotografía que ofrece en exclusiva la Cadena SER.
Según fuentes presentes en la cacería, Víctor de Aldama disparó a alguno de esos animales. A pesar de que en el momento de su detención, a Aldama le fue imputado un delito de tenencia ilícita de armas por poseer una carabina de repetición sin licencia, el corruptor podía practicar la caza con escopeta si dispone de los permisos adecuados en el coto habilitado, porque aún no ha sido condenado por no disponer de la documentación exigida del arma incautada en su domicilio.
La finca El Santo es una propiedad de más de 1.000 hectáreas, de las que más de 300 están reservadas a la caza. Con cultivos de olivar y otras explotaciones agropecuarias, hasta dispone de un palacete. El coto perteneció al general Martínez Campos, restaurador de la monarquía de Alfonso XII, y por sucesivas herencias recayó en la marquesa de Viesca de la Sierra y nieta del general, Dolores Martínez Campos.
La finca fue adquirida en 2007 por el vicepresidente primero y consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique, por 48 millones de euros, pero le fue embargada por el impago de la hipoteca por el Banco Santander, que a principios de este año la vendió finalmente a un ciudadano británico de origen irlandés, según cuenta a la SER el alcalde de Aldea del Fresno.
La finca El Santo ha sido objeto de polémica en los últimos años porque los caminos públicos que la cruzan y conectan Aldea del Fresno con Navas del Rey, habían sido sellados ilegalmente con un candado, provocando las quejas de los vecinos. Ellos no pueden circular por la finca, pero el multiimputado por corrupción Víctor de Aldama sí, que gozó del paraje y de la caza entre encinas.
El corruptor del caso Koldo, Víctor de Aldama, fue liberado a instancias de Anticorrupción bajo la promesa de que aportaría pruebas y hasta el momento, más allá del contrato del piso de La Castellana, ha presentado "poco más que casquería", según fuentes jurídicas. También de origen animal, como muestra la imagen.