El motivo por el que el mayor coleccionista de videojuegos de Europa rechazó tener un récord Guinness: "Es un tema complejo"
Ángel Acuña tiene más de 20.000 videojuegos en su poder
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Madrid
Ángel Acuña lleva años comprando y almacenando videojuegos en su casa, bueno, en una parte de la misma, porque las dimensiones de la colección, que cuenta ahora mismo con un total de 20.941 títulos, son enormes. Una cantidad de videojuegos que, según ha contado el coleccionista en A vivir que son dos días, hace algún tiempo podrían haber entrado en el libro Guinness de los récords, la obra de referencia que se publica anualmente y que contiene la colección de récords mundiales, recogiendo tanto logros humanos como naturales.
Desde la sopa más grande del mundo hasta la mayor cantidad de gente sumergida en agua helada, que rompió un récord mundial en Uruguay, el libro Guinness aglutina todo tipo de marcas sobre multitud de cosas. Y la colección de Acuña pasó a alcanzar una de esas cifras consideradas mundiales.
El coleccionista cuenta que fue aglutinando juegos poco a poco, alcanzando cifras redondas, y que al principio "no coleccionaba", no se ponía "metas". En ese crecimiento, en un momento dado, se dio cuenta de que había alcanzado una cifra más que considerable: 10.000 videojuegos que ya ocupaban gran parte del sótano de su domicilio, y que se acercaba mucho al récord de aquella época, que, según Acuña, estaba en "10.000 y poco".
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El tinerfeño decidió entonces enviar la solicitud a Guinness World Records para aspirar a romper el récord existente de la colección de videojuegos más grande del mundo. Su solicitud fue aceptada, pero después, cuenta Acuña, le pidieron más documentación e, incluso, verificar todos y cada uno de los juegos, "un tema muy complejo", pero al que quiso enfrentarse, hasta que se dio cuenta de que tal vez su colección no era, ni siquiera en aquel momento, la más grande del mundo.
El coleccionista dice que en el momento en que estuvo a punto de formalizar todo para obtener el Guinness, se percato de que "había gente que tenía más" videojuegos, y que esa cifra no "estaba registrada". En un acto de moral, dijo: "Lo dejo, porque me van a dar un premio, entre comillas, que no me merezco", un acto muy a tener en cuenta, ya que Acuña asegura que "estuvo a punto de ser el Récord Guinness oficial del mundo, aunque no oficioso".
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