Cine de Navidad muy poco navideño
Qué bello es vivir, Love Actually, Cuento de Navidad, De ilusión también se vive… El cine navideño es todo un género en sí mismo y en estos días las televisiones programan muchos de sus títulos. Nosotros hemos buscado en nuestra Enciclopedia algo diferente: películas que transcurren en Navidad, pero que no conectan exactamente con el espíritu navideño, sino que la fiesta es solo un telón de fondo para contar otro tipo de historias.
En La jungla de cristal Bruce Willis, policía de Nueva York, llegaba a Los Ángeles para reunirse con su familia para las fiestas e iba derecho desde el aeropuerto al edificio Nakatomi, donde la empresa para la que trabajaba su mujer celebraba su fiesta de Navidad. Pero mientras ella pronunciaba un discurso y él la esperaba en el baño se producía el ataque de los malos. Y claro a Bruce Willis, descalzo y en camiseta, no le quedaba otra que resolver él solito la situación.
Otro clásico ochentero que también nos sirve es Los Gremlins. Ese adorable y simpático bichito parecía el regalo de Navidad perfecto. Pero, claro, estaba el problema de las tres reglas. Le mojabas y se multiplicaba. Les daba la luz solar o comían después de medianoche y los peluchines se convertían en unas bestias salvajes capaces de transformar las Navidades de un tranquilo pueblo en una película de terror.
Incluso en Nochebuena el pobre Jack Lemmon tenía que dejar su piso a su jefe y pasarla solo en un bar en El apartamento de Billy Wilder. Lo que no sabía Jack es que la chica a la que llevaba Fred MacMurray esa noche a su casa era la ascensorista Shirley MacLaine que tanto le gustaba a él. Además, la chica acababa de descubrir que el jefe nunca cumpliría las promesas que le había hecho. Shirley intentaba suicidarse. Menos mal que Jack Lemmonvolvía a casa a tiempo para salvarla y solo así podían pasar la Nochebuena juntos.
También en Nochebuena tenía lugar el crimen del que trataba el clásico La cena de los acusados. Crimen que William Powell y su esposa Myrna Loy resolvían entre copa y copa y no precisamente de cava. En blanco y negro también, pero francesa, es Mi noche con Maud de Eric Rohmer. Jean-Louis Trintignant se enamoraba de una joven a la que veía en misa. El día de Nochebuena acudía a la Misa del Gallo con la esperanza de volver a verla, pero ella no estaba allí. Solo tras pasar la noche en casa de la Maud del título, hablando del amor y del destino, conseguía encontrarla a la mañana siguiente. Y en efecto, la chica se convertía en su esposa. Y ya que hemos metido en nuestra galería una película francesa ¿por qué no una española? Como todos sabéis, la película El día de la bestia de Alex de la Iglesia también transcurría en Nochebuena y, entre otras escenas, nos dejaba una imagen navideña de lo más impactante. Los Reyes Magos siendo tiroteados en la calle Preciados de Madrid, en el tenderete donde recogían las cartas de los niños.
Y ya que estamos metidos en tiros ¿qué tal una de James Bond? 007 al servicio secreto de Su Majestad, estrenada en 1969, transcurría en los Alpes suizos, entre nieve, trineos con campanitas y abetos con bolas de colores. Allí, el malvado Blofeld, con el rostro de Telly Savallas, ultimaba sus planes navideños. Menos más que 007, como es ley, acababa dinamitando esos planes. Por cierto, Al servicio de su majestad fue la única película de la saga que protagonizó el poco conocido George Lazenby en el papel de Bond. Vamos ahora con un par de películas bastante perturbadoras. La primera de ellas es Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick. Tom Cruise y Nicole Kidman acudían a una fiesta de Navidad en la que ambos, cada uno por su lado, recibían proposiciones sexuales. La larga discusión del matrimonio que esto provocaba desencadenaba los extraños sucesos posteriores.
Una fiesta navideña también marcaba el comienzo de las sangrientas vacaciones del yuppie Christian Bale en la película American Psycho. Esa cena acababa en el apartamento del protagonista donde cometía el primero de sus crímenes como asesino psicópata. Vamos a terminar nuestro repaso con algo mucho menos violento. La película es Dublineses, de John Huston, últimamente bastante de moda gracias al film de Pedro Almodóvar La habitación de al lado. En esa cena de Navidad que ofrecían dos hermanas dublinesas no solo se comía y bebía, también se bailaba, se recitaban poesías o se cantaban canciones. Una de esas canciones era lo que provoca la tristeza de Anjelica Huston.
