El alegato viral de una famosa escritora sobre el vello corporal de las mujeres: "Es hora de dejar de vigilar nuestras decisiones"

Aunque las cosas están cambiando, que las mujeres muestren vello corporal todavía genera controversia. A diferencia que los hombres, las mujeres han sufrido la politización de sus cuerpos y sus decisiones durante generaciones. Y a pesar de que las sociedades están avanzando, y cada vez es más común ver a mujeres como la cantante Amaia Romero mostrar con seguridad el vello de sus axilas o piernas, todavía queda mucho camino por recorrer.

De esto ha querido reflexionar la escritora australiana Nova Weetman para el diario británico The Guardian, rompiendo una lanza a favor de los derechos de las mujeres para tomar decisiones sin que importe lo que opinen los demás. Weetman comparte el camino que recorrió desde su adolescencia, cuando pensaba que las niñas y mujeres debían depilarse tan pronto como les empezase a crecer el vello indeseado, hasta que ella misma decidió dejar de rasurar sus piernas y sus axilas.

El derecho a decidir

No fue hasta que tuvo hijos, al principio por pereza, pero luego por decisión. "Descubrí que me había apegado al crecimiento de pelos finos. Ahora desearía no haber empezado a afeitarme nunca", comenta Weetman. "Me gusta la sensación de tener pelo debajo de los brazos. Me gusta cómo queda cuando uso bañadores. Me gusta verlo cuando estoy holgazaneando en casa con camiseta y pantalones de pijama. Y me gusta tener la opción", recalca.

Nova Weetman señala que el régimen de mujeres depiladas arrancó con campañas publicitarias de marcas como Gillette a principios del siglo pasado, convenciendo a las mujeres de que el vello era "antihigiénico" y promoviendo cada vez más una mayor eliminación del pelo. Aunque esto sucediese hace más 100 años, la escritora australiana señala que estas situaciones siguen sucediendo. En su artículo, cuenta que, en el equipo de netball de su hija —formado por mujeres que rondan los 20 años de edad—, el equipo contrario señaló a la portera por mostrar vello en las axilas, argumentando que era "asqueroso" y violaba las normas de equipación. La liga no dio importancia al comentario.

"¿Seguramente el objetivo de practicar deporte no es vigilar a otras personas por sus elecciones físicas?", se pregunta Weetman, afirmando que las jugadoras tienen derecho a disfrutar del deporte sin que haya alguien quejándose de la apariencia y el olor de sus cuerpos. La escritora australiana destaca que hay industrias enteras interesadas en continuar convenciendo a las mujeres que tienen que remover su vello corporal.

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"Sé que muchas mujeres todavía preferirían eliminar el vello corporal visible, y esa es su elección. Pero otros no. Y en un momento en el que los cuerpos de las mujeres corren nuevamente el riesgo de ser controlados por quienes no los ocupan, debemos preservar los derechos de las mujeres a tomar decisiones que, francamente, no tienen nada que ver con nadie más", sentencia Weetman.