Rumanía tendrá un gobierno de coalición sin presencia de la extrema derecha

Este final de año está siendo especialmente revuelto en Rumanía después del tríptico electoral previsto con las elecciones presidenciales, suspendidas por la sospecha de la injerencia de Rusia en la primera vuelta en la que ganó un candidato ultranacionalista y prorruso, y las legislativas. Más allá de la polémica derivada de la aparición en las presidenciales del ultra Calin Georgescu, las elecciones legislativas dibujaron un panorama que obligaba a un pacto para un gobierno de coalición.

Y en ese tiempo ha variado también el rumbo político del actual primer ministro Marcel Ciolacu. De plantearse dejar la política por la victoria de Georgescu a repetir de nuevo en el cargo al frente de un nuevo gobierno de coalición en menos de un mes. A los socialdemócratas de Ciolacu se unirán el Partido Nacional Liberal, que está dentro de la familia del Partido Popular Europeo, y la Unión Democrática de Húngaros de Rumanía, representante de esta minoría étnica en el país y que tradicionalmente ha sido capaz de llegar a acuerdos a izquierda y derecha.

Un Gobierno que sobre todo deja un titular: la extrema derecha no estará en el próximo Ejecutivo a pesar de su notable crecimiento en las urnas, las redes sociales y en parte de la calle. Con 240 votos a favor y 143 en contra, el parlamento de Rumanía ha dado luz verde al nuevo pacto que respaldan también algunos partidarios minoritarios que no entrarán en el Gobierno.

35 años después de la Revolución, en la que los rumanos perdieron la vida por la libertad y la democracia, me cuesta creer que alguien quiera que volvamos a la dictadura

—  Marcel Ciolacu, primer ministro de Rumanía

El presidente del país, Klaus Iohannis, ha dado la bienvenida a una nueva mayoría "proeuropea" que supondrá también un respiro doble en Bruselas, tanto en la sede de la Unión Europea, como en la de la OTAN. Y, en este último caso, tranquilidad también para Washington, que había invertido en los últimos años en un sistema de defensa antiaéreo de considerable magnitud en Rumanía.

La coalición ha visto además el riesgo que supone la influencia de Rusia en el país, y han acordado presentar a un candidato común de cara a las elecciones presidenciales, que se celebrarán previsiblemente en el primer trimestre del año, y donde es más que probable que la extrema derecha también aúne fuerzas en torno a una figura única que los represente. Ciolacu es consciente del auge del sentimiento nacionalista en el país y lo reconoció en la presentación de su programa en el parlamento antes de recibir el visto bueno para el pacto de Gobierno: "Debemos defender con más fuerza nuestra identidad nacional, nuestros valores y nuestros intereses", admitió.

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Protesta de la extrema derecha

El principal partido de la extrema derecha rumana, la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), ha escenificado su oposición al acuerdo presentándose en la votación parlamentaria con unos carteles que acusaban a los partidos firmantes del pacto de crear un "simulacro de Gobierno" y otros en los que se podía leer "elecciones libres".

Cuidemos que no haya derramamiento de sangre en este diciembre

—  George Simion, presidente del partido rumano de extrema derecha Alianza para la Unión de los Rumanos

El líder de los ultras, George Simion, ha puesto en duda la transparencia del acuerdo debido al hecho de que las audiencias para avalar a los nuevos ministros han durado unas pocas horas en lugar de como mínimo un par de días, lo que venía siendo habitual en el país. Simion ha exigido la convocatoria inmediata de las elecciones presidenciales al tiempo que ha puesto en duda la injerencia rusa que quedó demostrada en una serie de informes presentados por el presidente del país y avalados por la propia Comisión Europea que, de hecho, investiga a TikTok por su papel en la propagación de información favorable a los ultras. "¿Por qué no tenemos elecciones libres? ¿Por culpa de TikTok? ¿Por la evidencia que dijeron que existía pero nadie ha visto?", se ha preguntado Simion en el parlamento.

El candidato investigado en las presidenciales, Calin Georgescu, acaba de abrir una cuenta también en X en la que directamente acusa a Rumanía, y a su presidente, de sostener "una dictadura". El ambiente en el país está además particularmente revuelto por las referencias al pasado dictatorial encarnado por Nicolae Ceausescu, de cuyo asesinato se cumplirán 35 años el día de Navidad.

A la espera de las presidenciales

Superado el primer punto de partido para las fuerzas europeístas, el país espera la nueva fecha para la celebración de las elecciones presidenciales. A la espera de conocerse esa fecha, y los nombres que van a postularse para competir, la coalición de Gobierno recién pactada apuesta por Crin Antonescu como el antídoto contra el auge de los ultras prorrusos en forma de candidato de consenso.

Perteneciente al Partido Nacional Liberal, Antonescu ha sido uno de los dirigentes más reconocidos del centro-derecha rumano en la última década. Ha ejercido como presidente interino de Rumanía, presidente del Senado y ha sido ministro, y no sería la primera vez que opta a la presidencia por la vía electoral, ya que lo intentó en 2009 aunque no logró apoyo suficiente para acceder al cargo.