Sociedad

Enseñan el yate de superlujo de uno de los hombres más ricos del mundo: no cabe en un estadio de fútbol

Este yate mide 142 metros de eslora

El superyate Dragonfly, propiedad del cofundador de Google, Sergey Brin, es una obra maestra de la ingeniería y el diseño náutico. Construido por el prestigioso astillero alemán Lürssen, este yate de 142 metros de eslora destaca no solo por su tamaño, sino también por su lujo y tecnología avanzada.

El diseño exterior del Dragonfly es obra del renombrado arquitecto naval Germán Frers, mientras que los espacios sociales interiores y exteriores fueron creados por Nauta Design. Este yate combina líneas elegantes y alargadas con una silueta audaz y poderosa, logrando una estética atemporal que es a la vez moderna y clásica. El interior del Dragonfly, con 2.000 metros cuadrados de espacio habitable distribuidos en cinco amplias cubiertas, ofrece un amplio espacio para la relajación, el entretenimiento y la privacidad. Además, cuenta con 1.000 metros cuadrados de áreas sociales exteriores, ideales para organizar reuniones o disfrutar del mar abierto.

Una de las características más destacadas del Dragonfly es su sistema de propulsión híbrido diésel-eléctrico, que incluye un motor eléctrico Azimuth Pod. Esta configuración avanzada permite múltiples modos de propulsión, combinando rendimiento con eficiencia de combustible. El yate puede alcanzar una velocidad máxima de 20 nudos, lo que lo posiciona como uno de los yates más impresionantes del mundo.

Lujo y comodidades

Este lujoso yate está equipado con una serie de comodidades de lujo que lo hacen destacar entre otros. Entre sus servicios clave se incluyen una piscina con fondo de cristal en la cubierta principal, un cine, un spa y un centro de deportes acuáticos. También cuenta con una cubierta dedicada a los negocios, que alberga una gran oficina, un gimnasio, una sala de juegos y un hangar para helicópteros1. Estas características hacen del Dragonfly un yate sofisticado que no solo cumple, sino que supera las expectativas, equilibrando el lujo con la practicidad.