"Lidiamos todo el rato con la autocensura y es muy negativo para la sociedad": Muerdo se desnuda en 'Sinvergüenza'
El cantautor Pascual Cantero, conocido como Muerdo, presenta un trabajo visceral y cargado de sinceridad que aborda desde la crítica social hasta las luchas personales
Música | Muerdo
Madrid
En una era donde las redes sociales parecen dictar lo que es 'aceptable' y 'perfecto', Pascual Cantero, conocido artísticamente como Muerdo, se desmarca con su nuevo álbum Sinvergüenza. El disco, que se aleja de los convencionalismos y del postureo tan común en la industria musical, es un grito de libertad, sinceridad y valentía ante la superficialidad del mundo moderno. El propio Muerdo lo explica en una de las canciones del disco: «Yo no quiero ser famoso, yo quiero ser artista. No vine a hacer contactos, yo vine aquí a disfrutar».
La Ventana de la Música | Muerdo
Esta declaración de principios también se refleja en su visión sobre la industria musical: "El mundo está plagado de imágenes, y el envoltorio se ha vuelto más importante que el contenido", ha sostenido el cantautor en La Ventana, aludiendo a una tendencia generalizada en la música actual donde la estética prevalece sobre la autenticidad. "La música de hoy está muy desprendida de los valores. Yo vengo de un pueblo de Murcia, y mi familia es bastante tradicional. Hubo valores que encontré en las canciones que no encontré en la esfera cercana", ha añadido Muerdo, reflexionando sobre la falta de referentes sólidos en la música contemporánea.
El título de su disco, Sinvergüenza, no solo refleja su actitud sin pudor ante la vida, sino también una reivindicación de la palabra como sinónimo de "pícaro", un término que Muerdo se apropia para alejarse de la imagen impuesta por la industria. En la portada del disco, donde aparece desnudo, ha explicado: "Es un desnudo metafórico y literal. Este disco llega en un momento vital especial. Me he quedado a gusto, es muy importante la coherencia entre lo que se canta, lo que se dice, lo que se vive y lo que uno es en esencia".
En relación con su proceso creativo, Muerdo ha subrayado la importancia de la incomodidad en su música: "Hay que volver a decir cosas en las canciones, aunque incomode, la incomodidad es muy necesaria". Para él, la música debe ser un espejo de la verdad, incluso cuando esa verdad no es fácil de escuchar. Este enfoque le permite transformar en belleza lo que podría resultar incómodo o doloroso.
El álbum también refleja la diversidad de influencias de Muerdo, con una de las canciones más destacadas, Sinvergüenza, que fusiona elementos cubanos gracias a la colaboración del legendario Eliades Ochoa. "Cuba es un país muy importante para mí, el primer país latinoamericano que visité en 2013, a raíz de una invitación del Instituto Cubano de la Música", ha comentado Muerdo. Esta canción, en particular, toca un tema de despedida y ruptura sentimental, donde Muerdo ha expuesto su filosofía sobre las despedidas: "Es ese momento de la despedida, el tratar de hacerlo lo más fácil posible. Yo creo que muchas veces se nos enquista el soltar y el decir adiós, y hay que hacerlo de la manera más natural".
Del nacimiento de una leyenda del rock a la liberación de Muerdo
La espiritualidad, otro de los pilares del álbum, se ve reflejada en su vida y en sus letras. En la portada del disco, rodeado de símbolos religiosos, Muerdo ha afirmado: "Yo creo en el ser humano, aunque suene un poco taxativo, pero creo que hay que creer. Creo en la conexión del ser humano con todo lo que le circunda". Para él, el objetivo en la vida es ser una mejor persona, buscando un equilibrio que trascienda lo material.
Uno de los temas más personales del disco es Mamita Linda, una canción que aborda de manera cruda y honesta la vida, las drogas y las adicciones. "Me sorprende mucho que en el mundo de la música se hable tan poco de todo esto porque se vive mucho. Yo creo que esta bien mostrarse sin tapujos y yo he atravesado con mi noche oscura del alma que dirían los ascéticos que he conseguido superarla. Siempre va a haber una tendencia hacia la experimentación y la evasión, pero nos cuesta mucho hablar del tema", ha comentado Muerdo, quien utiliza la canción para exponer su vulnerabilidad.
El álbum también ofrece una mirada crítica a la sociedad actual, como en Flor en la basura, una canción que reflexiona sobre el miedo y la manipulación social. "Nos quieren con miedo. Como sociedad nos hemos llenado de miedos, y el miedo es una emoción que nos paraliza. Yo creo que evidentemente hay toda una serie de poderes fácticos a los que interesa una sociedad dormida, con miedo y lo más inmóvil posible", ha expresado Muerdo. Esta crítica se extiende también a su visión sobre el papel del artista en la sociedad: "El artista tiene que ser un poco cronista de su tiempo y vivimos en uno que el pensamiento crítico no abunda y no brilla en exceso. Es una invitación a confiar en tu locura".
El tema Ay Madrid también refleja una crítica nostálgica a la transformación de la ciudad, que para Muerdo ha perdido parte de su esencia. "Madrid está dentro de un modelo turístico actual que es terrible para lo que es la vida propia de los barrios", ha comentado el cantautor, que recuerda con cariño los días en los que vivió en Lavapiés y compartió sus primeros años en la capital con músicos como Rozalén, Road Ramos y los miembros de Canteca de Macao.
Finalmente, Muerdo ha hablado sobre su decisión de dejar atrás las multinacionales y trabajar con un equipo más pequeño. "Ha sido liberador porque en las multinacionales, si eres prioridad es fantástico, pero si no lo eres te meten en un cajón", ha afirmado, destacando que esta independencia le ha permitido ofrecer una mayor dedicación y cercanía a su música, lo que, sin duda, ha sido clave en la creación de Sinvergüenza.