Ucrania cierra el año sin conocer el paradero de 60.000 personas
Las cifras que ha actualizado el gobierno de Kiev no incluyen a los miles de niños y niñas que Rusia ha trasladado a la fuerza a su propio territorio
Las autoridades ucranianas han confirmado este viernes que después de casi 3 años de guerra no saben cuál es el paradero de 60.000 personas. El encargado de la oficina que investiga estas desapariciones, Dmytro Bohatyuk, ha explicado en una entrevista en una radio ucraniana esta mañana que esa lista incluye a víctimas de la guerra no identificadas, personas que vivían en las zonas ocupadas por Rusia en el este del país y de las que no se sabe nada y también posibles víctimas del impacto por ejemplo del intenso frío en zonas sin electricidad.
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Ucrania describe toda una estrategia de deportaciones y secuestros por parte de Rusia, así como un número indeterminado de víctimas civiles de bombardeos del ejército de Putin. Desde la puesta en marcha de esta oficina dependiente del Ministerio del Interior el número de casos de personas desaparecidas se eleva a más de 70.000, aunque 10.000 han sido ya resueltos. Bohatyuk admite que los casos pendientes van a incluir a un número desconocido de fallecidos, aunque confía en que algunas de estas personas sigan vivas.
El representante ucraniano ha recordado que Estados Unidos se ha comprometido a reforzar su asistencia en la realización de exámenes de ADN y en la identificación de cadáveres, si bien está por ver hasta dónde llega la colaboración estadounidense una vez que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Caso aparte: los niños deportados
El gobierno de Ucrania no incluye en este recuento a los 19.500 niños y niñas que calcula que Rusia ha deportado a la fuerza hacia su propio territorio o hacia Bielorrusia. Las autoridades ucranianas temen que a estos menores se les haya cambiado su identidad y que según entran en la adolescencia se les dé formación militar dentro de organizaciones juveniles vinculadas al ejército ruso.
Estas deportaciones son la causa por la que la Corte Penal Internacional mantiene una orden de arresto internacional contra Vladimir Putin, por lo que el presidente ruso podría ser detenido si pisa alguno de los países que reconocen la jurisdicción de este tribunal. Esta orden no ha impedido a Putin hacer viaje a países aliados como Kazajistán, Emiratos Árabes, Mongolia o Corea del Norte.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...