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En una iglesia de Camboya, una base militar de Rumanía o a bordo de un avión: así pasan la Navidad quienes trabajan fuera de España

Hemos hablado con personas que, por su trabajo, pasan estas fechas fuera de casa y todos coinciden en que, pese a todo, merece la pena

Así pasan la Navidad quienes trabajan fuera de España

Así pasan la Navidad quienes trabajan fuera de España

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Madrid

En una época de reencuentros, de volver a casa como en el anuncio de 'El Almendro', en la que todo nos habla de familia, celebrar la Navidad juntos y en casa, hay mucha gente a la que hay que felicitar por teléfono. Gente que tiene que pasar estas fechas fuera de su casa y lejos de su familia por su trabajo. Hemos hablado con Enrique, Cristina, Carlos, Carolina, Javier y José Manuel. Gente que ha pasado, pasa y pasará las Navidades fuera de España.

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Carolina Rey es azafata en Iberia y cuenta que pasar las Navidades fuera de casa "es difícil, es difícil. Yo tengo tres hijos en concreto y bueno, pues se hace difícil", algo parecido a lo que cuenta Carlos Parra, sobrecargo de la misma aerolínea: "No estar con la enana es un marrón y no estar luego en Reyes también es un marrón".

Eso sí, no les toca -o no les tiene por qué tocar- pasar toda la Navidad volando, sino que se sortean las líneas y te puede tocar fuera en Navidad, en Nochevieja, en Reyes, en las tres fechas o en ninguna: "Pero es verdad que se compensa luego con las experiencias que tenemos con el resto de la tripulación que son familia. Lo son siempre, pero en Navidad mucho más", explica Carolina.

Lo bueno de las Navidades de Carolina y de Carlos es que al menos no se aburren de ver siempre lo mismo. Carolina nos cuenta que ha pasado estas fechas en Italia o Francia, por ejemplo, y Carlos nos cuenta lo distinto que es vivirlas en Sudamérica, porque allí es verano: "Mi padre era piloto y recuerdo que una vez, cuando éramos pequeños, pasamos la navidad en un hotel fantástico en Caracas. Estábamos bañándonos en la piscina un 24 de diciembre y apareció un Papá Noel en bañador", cuenta Carlos.

Gracias a Carlos, a Carolina y a sus compañeros podemos volar en Navidad, podemos ir al otro lado del mundo y gente como Enrique o Javier pueden pasar las Navidades lejos de los suyos para una buena causa. Enrique va a pasar estas Navidades -como la de las últimas tres décadas- en Battambang, al norte de Camboya, y Javier las va a pasar en Sudán, al norte de la capital de este país africano. ¿Y por qué? Pues porque Enrique Figaredo es misionero jesuita y Javier Falceto es voluntario de Médicos Sin Fronteras.

"La zona de Battambang es una zona muy bonita, llena de arrozales, pero muy afectada por el tema de las minas y de la guerra. Fundamentalmente nos dedicamos a la educación y también tenemos un centro textil en el que damos empleo casi a un centenar de personas, de las cuales 40 son personas con discapacidad", cuenta Enrique. Javier explica que, en Sudán, "ahora mismo hay una guerra brutal en la que hay muchísimos desplazados que no tienen acceso a agua limpia o comida".

En Camboya y Sudán el catolicismo no es la religión mayoritaria, sino el budismo y el Islam. Aún así, buscan la forma de celebrar la Navidad. Javier explica que "tenemos pensado compartir una cena o una comida todos juntos y intentar disfrutar del día juntos, como la familia que estamos aquí". En la parroquia de Enrique han tirado la casa por la ventana: "tenemos un recinto de la iglesia bastante bonito, grande, que se nos puede llenar con 2000 personas. Católicos serán 500, pero hay 1500 que vienen aquí por la fiesta, por lo que celebramos".

El contraste de una parroquia católica en un país budista en estas fechas es notable: "nuestro barrio es un poco diferente: se escuchan villancicos y yo, que estoy aquí en casa, escucho por la ventana a los chavales ensayando los bailes y la función de Navidad", explica Enrique Figaredo.

Cristina va a pasar la Navidad en Rumanía, en la base que la OTAN tiene en Cincu: "aquí cada uno tiene su cometido: están los pilotos, los mecánicos, hay armeros... Yo, por ejemplo, soy del equipo sanitario. Estoy en el botiquín, con un médico y un enfermero. Yo soy técnico sanitario", cuenta la cabo Cristina Arquero, quien está pasando sus primeras Navidades fuera de casa.

La cabo es una de los 200 militares españoles que viven en esa base militar: "Intentaremos hacer un poco tradiciones españolas. Y bueno, cada uno también hará videollamadas con su familia. Esperamos pasar aquí un rato juntos y poder apoyarnos mutuamente. Yo creo que para todos es duro estar lejos de la familia y al final pues nos une estar aquí y si nos podemos apoyar entre nosotros, pues perfecto", nos cuenta Cristina.

No todos los que trabajan en estas fechas lo hacen ayudando. Hay quien lo hace para entretenernos. Es el caso de los músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena. También de los participantes en los saltos de esquí de Año Nuevo. O, por irnos un poco más lejos, de los jugadores de baloncesto de la NBA: "Me ha tocado fuera muchas veces y, como los niños eran más pequeños, mi mujer ha viajado a España para estar ella con la familia y ser yo el único que se queda un poco fuera", nos cuenta José Manuel Calderón.

Así viven la Lotería o las Campanadas fuera de España

Calderón estuvo 14 temporadas jugando en la NBA, en Estados Unidos, en los Detroit Pistons, los Knicks o Los Angeles Lakers: "De los últimos 20 años, habré pasado en casa, pues estos últimos tres, creo". José Manuel, su mujer y sus tres hijos viven en Estados Unidos: "Tenemos la suerte de tener el restaurante del chef José Andrés, y tenemos siempre ya encargado el roscón de Reyes".

Pero comer el roscón de Reyes no es la única tradición navideña española. Desde hace menos de una semana, desde el 22 de diciembre, algunos españoles duermen más tranquilos, con la cartera un poco más llena y los hombros un poco más relajados. Entre esos españoles pueden estar los protagonistas de este reportaje o no, pero la mayoría por lo menos lo han intentado.

"Antes de venir cogí algunos décimos, por si había suerte", nos cuenta la cabo Arquero. "He comprado varios décimos de lotería en diferentes sitios y el día de lotería lo seguiré para ver si si hay un poco de suerte", explica Enrique, que cuenta que "nos vendría muy bien porque aquí gastos tenemos todos los del mundo".

La lotería es uno de los hitos de las Navidades, pero no es el único. En unos días llega eso del reloj de antaño, lo de los cuartos, lo del carrillón. Lo de ¿están peladas? Lo de ¿tienen pepitas?: "Me las he tomado con gente, me las he tomado solo, volando en un avión. Incluso he pasado la tradición a algún compañero o algún entrenador que sé que todavía se las siguen tomando", explica Calderón.

O sea que ahora hay jugadores de baloncesto en Orlando o en Nueva York a los que el día 31 sus amigos miran un poco raro cuando los ven comer 12 uvas: "Tampoco hay que darle tantas vueltas para explicarlo. Cuando empieza, empezamos. 'Yo os aviso, no os preocupéis' y cuando va la primera va la primera y para adelante".

Pero lo de explicar a la gente cómo tomar las uvas no es algo que la haya tocado solo a Jose Manuel. De hecho, parece que los españoles cuando estamos fuera de España tenemos complejo de Ramón García. Enrique nos cuenta que "nosotros en Camboya tocamos las campanadas nosotros con nuestra campana, preparamos las uvas y 12 uvas para dentro".

Carlos y Carolina se las han tomado varias veces a bordo del avión: "En la megafonía se hace una cuenta atrás de forma que podamos comérnoslas todos los pasajeros y la tripulación", cuenta el sobrecargo Carlos Parra. Carolina Rey, azafata, añade que "El comandante suele decir 'venga, que va'. Nos paramos, nos ponemos nuestro gorrito y ahí se toca las campanadas también con una cuchara o con lo que sea".

Para este año más de lo mismo. La Nochevieja ya casi está aquí. Diremos adiós a 2024 y hola a 2025. Algunos querrán hacer borrón y cuenta nueva, otros pedirán a Santa Rita que todo se quede como esté. Pero Carlos, Carolina, Cristina, Javier, Enrique y José Manuel seguirán trabajando, todo para que para nosotros nada cambie.

Adrián del Pozo

Adrián del Pozo

Periodista de informativos en los fines de semana. He pasado por la sección de Sociedad y por las radios...

 
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