Fin de año 2025
"Cuando leemos no tenemos edad, permanecemos en ese lugar sin tiempo en el que estamos a salvo, inexistiendo pero muy vivas, manteniendo una conversación imposible con alguien que nos da la mano pero que no está allí"
La píldora de Alana S.Portero | Fin de año 2025
03:17
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Termina el año y me acuerdo de Dolores Reyes, autora del magnífico “Cometierra”, también de Aurora Venturini y de Gabriela Cabezón Cámara, las tres, magníficas escritoras que recomiendo leer a todo el mundo y cuyos libros han sido objeto de censura y persecución por el gobierno de Javier Milei en argentina. El dicho popular dice que a todos los tontos les da por lo mismo, y es cierto, constantemente quien agita más fuerte la bandera de la patria es quien carece de los conocimientos para entenderla y se dedica a atacar su cultura, que es el acto menos patriótico y más cerril que se me ocurre. Si tu enemigo político son los libros que se escriben o se han escrito en tu lengua, en tu país, es que, con toda probabilidad, el enemigo eres tú. Precisamente por amor a los libros y a la literatura, por ser siempre lectora antes que escritora, quiero acordarme de mis compañeras, cuya obra y cuyo lenguaje son mi patria, aunque nos separe un océano. Somos las historias que nos contamos, desde que el primer sapiens decidió tocarse con la cornamenta de un ciervo para cantar a sus semejantes junto al fuego hasta el último cuento que una madre le cuente a su hija en el último atradecer del mundo. Pronto o tarde alguien convertirá nuestras alegrías y desgracias colectivas en relatos o poemas que las congelarán en un tiempo indefinido donde no podrá alcanzarles el olvido. Y de algún modo, al protegerlas del paso de las eras, les darán sentido. Quizá en este momento alguien esté tomando notas de barro sobre el horror de la DANA, quizá esa historia, cuando la cuente quien la vivió y la sobrevivió, se convierta en algún tipo de belleza que alivie una parte del dolor y de la pérdida. Bendito sea quien se atreva. Este 2024 he pasado una buena parte del año sola en habitaciones de hoteles de medio mundo, los libros que he llevado conmigo, mis lecturas, han sido compañía, familia, amigas y paño de lágrimas, como lo han sido siempre. Cuando leemos no tenemos edad, permanecemos en ese lugar sin tiempo en el que estamos a salvo, inexistiendo pero muy vivas, manteniendo una conversación imposible con alguien que nos da la mano pero que no está allí. Leer es un milagro, un desafío al tiempo, no alarga la vida, pero sí la ensancha. Para el año 2025 les deseo a todos ustedes un año en el que encuentren constantemente una lectura que les abrigue y les lleve a ese lugar de maravilla en el que somos niñas y ancianas. Y si tengo que agradecer algo a 2024 año, vaya mi agradecimiento para todas las escritoras y escritores que han cuidado de mí con sus obras. Soy Alana Portero y les deseo un muy feliz año nuevo.