Sociedad

El truco de toda la vida para decir adiós a la humedad en las ventanas

La condensación en los cristales es un problema habitual en los meses de invierno

Humedad en una ventana / Olga Dobrovolska

Humedad en una ventana

Los inviernos tienen su aquél. Hay a quien le gusta más esta estación del año y quien la odia, sobre todo por las bajas temperaturas que conllevan momentos incómodos y las intensas lluvias que limitan tanto la vida social. Estas últimas son las que más condicionan y pueden llevar a momentos incluso peligrosos, ahí tenemos el reciente suceso acaecido en España por la DANA que, lamentablemente, se ha llevado tantas vidas, por muchas cuestiones, pero con las inclemencias meteorológicas como eje central.

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Pero, problemas serios aparte, las precipitaciones también generan pequeñas situaciones que son molestas para la vida diaria. Una de las más comunes son las condensaciones que se producen en las ventanas, que las empañan y se crean pequeñas gotas que las cubren por completo. En las casas solemos tener una temperatura agradable, normalmente entre 24 y 25 grados, mientras que en la calle son mucho más bajas, de esta forma, esa diferencia entre interior y exterior es la que provoca la humedad.

En principio, esta problemática puede parecer inofensiva, un simple incordio que nos deja los cristales sucios, con poca visibilidad y con bastante mal aspecto, sin embargo, puede traer otras derivadas que son algo más serias. Los niveles de humedad altos, prolongados en el tiempo, llegan a provocar moho en las paredes, manchas y que ropas y ajuares generen mal olor e incluso que se estropeen. Así, para evitar esto hay algunos trucos, uno de ellos barato y que lleva haciéndose muchos años.

Humedad en una ventana

Humedad en una ventana / Nataliia Yankovets

Humedad en una ventana

Humedad en una ventana / Nataliia Yankovets

Dos ingredientes para un truco de siempre

¿Alguna vez se te ha mojado el móvil? Si es así, seguramente te han dicho, sobre todo los más mayores, que lo metas en un cuenco con arroz y que esperes a que se seque. Esto es porque este producto tiene propiedades que ayudan a la absorción de la humedad, así que este es uno de los ingredientes que necesitarás para este truco, pero no el único. El otro es la sal, que al igual que su compañero es capaz de hacer lo mismo, por lo que juntos pueden ser altamente efectivos para esta tarea.

Estas dos cosas son fáciles de encontrar en cualquier cocina, y si tienes que comprarlas no te supondrá un gasto demasiado prohibitivo como sí lo son ciertos aparatos contra la condensación. Lo único que debes hacer es colocar sal o arroz (o ambos) en un bol o una bolsa de tela, siendo preferible de algodón si eliges esta última opción, lo remueves bien en su interior y la colocas cerca de la ventana, en el alféizar a ser posible para que sea más efectivo y que se lleve consigo las gotas que parchean tu cristal.

Este cuenco o bolsa habría que cambiarlo cada dos o tres días, a partir de los cueles pierden efectividad en su tarea, teniendo que hacerlo pronto si el nivel de humedad que tenemos es muy alto. De tal modo, con solo un par de ingredientes (o uno porque es totalmente efectivo sin mezclarlos) y un pequeño recipiente estarás previniendo un problema y ahorrando un pellizquito, que nunca está de más, dicho sea de paso.

 
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