Las heridas emocionales de la DANA a través de una dibujante: "Hay personas que no duermen porque han visto morir a otras"
La dibujante, galardonada con el Premio Nacional del Cómic, ha relatado en 'La riada, un comic en primera persona' las secuelas emocionales y materiales tras el paso de la DANA por Benetússer
Las heridas emocionales de la DANA a través de una dibujante: "Hay personas que no duermen porque han visto morir a otras"
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Madrid
Cristina Durán, dibujante y ganadora del Premio Nacional del Cómic en 2019 por El día 3, obra sobre el trágico accidente del metro de Valencia, acaba de publicar La riada, un comic en primera persona. Una mucho más personal en la que la autora habla de cómo la DANA destruyó su casa y su taller en Benetússer, uno de los municipios de la Comunidad Valenciana más afectados. En una serie de páginas publicadas en El País, Durán ahonda en un relato que va más allá de la destrucción material para centrarse en las heridas emocionales que ha dejado esta tragedia.
Durán, de 54 años, ha explicado las secuelas inmediatas de la inundación en parte de su hogar y en su espacio de trabajo. Ha subrayado que el taller, su lugar de creación, es ahora mismo inhabitable debido a la humedad. "No podemos trabajar, no tenemos nada. Además, todavía estaba pagando la antigua reforma. Ahora tengo que pagar otra. Todo es muy lento y me siento abandonada totalmente".
Aunque al principio no tenía fuerzas para hacerlo, la dibujante ha reconocido que, con el tiempo, ha logrado recuperar el lápiz para plasmar su experiencia. "Uno de los primeros días que tuvimos conexión me llamaron de El País y me preguntaron si era una de esas dibujantes que, en situaciones así, necesitaba dibujar o de las que necesitaban un tiempo. Yo soy de las que necesita un tiempo, en ese momento no podía dibujar", ha recordado. Y, finalmente, acordaron hacer el cómic para Navidad.
Sin embargo, aunque la decisión estaba tomada, completar el proyecto fue todo un desafío. "Me ha costado muchísimo hacerlo por una cuestión de tiempo. El papeleo es una cosa increíble, está siendo muy farragoso y muy lento, y mientras tanto yo me tenía que sentar a dibujar", decía.
Durán es conocida por su compromiso social, abordando en su obra temas como la diversidad funcional, la adopción y la memoria histórica. En esta ocasión, también quiso dedicarle espacio a la situación de las personas dependientes, un tema cercano a su corazón, ya que su hija Laia, de 22 años, tiene parálisis cerebral. "Lo más difícil para nosotros los primeros días fue explicarle la situación. Ella, aparte de por gestos, se comunica por la tablet y con el móvil, y claro, el primer día se estaba acabando las baterías a una velocidad increíble. Tuvimos que intentar explicarle que, como no había luz, no iba a poder utilizar esos aparatos para comunicarse", ha contado.
Cristina ha subrayado que, además de las personas dependientes como su hija, muchas otras han sufrido graves dificultades: "Nosotros tenemos red familiar, pero mucha gente dependiente se ha quedado en pisos y no tiene ascensores. Hay dos compañeros del centro de día de Laia que todavía no han podido ir al centro porque no han podido salir de casa todavía".
En su cómic, Durán también habla de las secuelas psicológicas de la tragedia. "Deberíamos empezar a hablar del número de personas heridas psicológicamente. Hay muchísimas personas que no duermen porque han visto morir a otras personas delante de sus ojos, han tenido que buscar a sus familiares desaparecidos, han tenido que pasar toda la noche en un techo o han tenido que romper un cristal", ha denunciado. La autora considera que el impacto emocional de la catástrofe está siendo minimizado en los informes oficiales, que solo contabilizan las víctimas mortales.
Durán también dedica una parte de su cómic a los voluntarios que han sido esenciales en la recuperación de su pueblo y su vida cotidiana. "La última ilustración es un homenaje al voluntariado, porque son los que nos han limpiado las casas y los que nos han salvado emocionalmente. Realmente es una mujer genérica, aunque hablo en primera persona, pero representa a las personas voluntarias", ha explicado. Sin embargo, no olvida que la respuesta de los servicios públicos fue insuficiente. "No podemos olvidar que quienes nos tenían que haber salvado eran los servicios públicos, y estamos en un país que tiene servicios públicos suficientes para que hubieran estado aquí al día siguiente", ha finalizado Durán.