"Vais a ser eternos siempre. Os quiero mucho, afición": Jesús Navas se despide del Sevilla con un espectacular homenaje
45.000 personas y varios exjugadores y personalidades del fútbol han querido asistir al homenaje del Sevilla a su eterno capitán
"Daros las gracias a todos por el cariño continuo, vais a ser eternos siempre. Os quiero mucha afición". Así ha arrancado Jesús Navas su último discurso para todo el sevillismo en el día de su homenaje definitivo. Lo ha hecho ante 45.000 aficionados con un Sánchez-Pizjuán a rebosar, en el que nadie ha querido perderse la despedida del eterno capitán. Una despedida en la que no han faltado detalles, personalidades, amigos, compañeros, entrenadores y gestos de cariño de toda la familia sevillista para una de sus mayores leyendas, que deja el fútbol a los 39 años después de más de 700 encuentros con la camiseta de su equipo.
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"Hoy cerramos una vida jugando al fútbol y disfrutando la pelota", continuaba Navas en ese discurso, punto culmen del acto y que ha tenido que detener en varias ocasiones, incapaz de contener las lágrimas y arropado por los aplausos del estadio. En sus palabras, Navas ha recordado esos 705 partidos con el Sevilla, su etapa en Manchester, sus 61 vistiendo la camiseta de la Selección española, así como todos sus títulos que, según cuenta "no me han modificado el comportamiento, sigo siendo un tipo sencillo y de mi Sevilla FC".
En sus más de cinco minutos de discurso, de pie en el centro del escenario dispuesto para el homenaje y con el Sánchez-Pizjuán en la penumbra de la tarde, el de Los Palacios ha reconocido que para él "jugar al fútbol ha sido lo máximo" y que ha vivido para "dar alegrías a mi Sevilla y a los seguidores españoles". La clave de su retirada, obviando la edad, es la lesión de cadera que arrastra desde hace más de cuatro años y que le obliga a jugar con dolor. "Si no hubiera sido por la cadera, habría seguido, pero mi cuerpo ya no podía más", ha explicado Navas entre lágrimas, incapaz de contener el llanto.
Entre sus dedicatorias, se ha acordado de Pablo Blanco por fijarse en aquel chaval de 15 años para jugar en el Sevilla, de su abuelo Antonio por llevarlo a innumerables partidos y entrenamientos en las categorías inferiores del fútbol, de sus padres Paco y Aurora por inculcarle los valores de "no cambiar y ser el mismo desde el primer día" y de su mujer Alejandra, a la que ha definido como su "equilibrio y moderación" y a la que le ha agradecido "nunca dejarme sólo en los peores momentos" y "quererme como nadie".
Su última etapa en el Sevilla la ha definido como un "auténtico regalo", agradeciendo a los compañeros y explicando que "quería estar con el equipo para transmitirle a los más jóvenes cómo entiendo al Sevilla". Entre las personalidades que lo han marcado en el club de su vida, Navas no ha querido olvidarse de Caparrós, el entrenador que le dio la oportunidad de debutar con el equipo, así como de Puerta y Reyes, sus dos compañeros fallecidos en los últimos años: "Son dos dolorosas pérdidas, dos sevillistas que nos dejaron demasiado pronto".
Como no podía ser de otra manera, Navas no ha podido olvidarse de sus triunfos con la Selección española, destacando el haber participado en la jugada que nos dio el Mundial 2010 en Sudáfrica y también esta última etapa con Luis de la Fuente: "Qué orgullo más grande es defender a mí país. Hemos recuperado para España el entusiasmo por la Roja". Navas ha cerrado su discurso dándole las gracias, como no, al sevillista, "que se viste cada día con la pasión y la gloria de este sentimiento" y al que ha definido como "los mejores para guiarnos en el camino del éxito". Con la entrada de El Arrebato, que ha cantado a pleno pulmón junto a todo el estadio el mítico himno del centenario y una última vuelta al estadio, Navas se despedía definitivamente de su Sevilla.