Vingegaard recuerda su grave accidente en la Itzulia: "Creía que me iba a ahogar en mi propia sangre"
El ciclista danés, ganador de dos Tour de Francia, cuenta todo lo que pasó en aquella fatídica cuarta etapa de la carrera vasca
Han pasado ocho meses desde la grave caída que sufrieron varios ciclistas en la Itzulia, también conocida como La Vuelta al País Vasco, pero pocos se han olvidado de lo que ocurrió. Uno de los más afectados por el accidente fue el danés Jonas Vingegaard, ganador del Tour de Francia 2022 y 2023 y uno de los mejores corredores del pelotón, que desveló en DR todo lo que sucedió y lo que llegó a pensar mientras pasó 12 días entre el quirófano y la UCI del hospital Txagorritxu de Vitoria.
Siete costillas rotas, fractura del esternón, clavícula en varios pedazos, un dedo roto y ambos pulmones perforados fue el parte médico del ciclista danés del Visma, lo que le hizo pensar en negativo. "No puedo respirar durante los primeros diez segundos. Ya allí sé que algo va mal. Cuando por fin puedo volver a respirar, toso sangre. Entonces sé que es una completa locura", recordó.
Una curva rápida y peligrosa propició una de las caídas más duras que se recuerda en el ciclismo de los últimos años. "Debido a que hubo una lucha por la posición y a la mala carretera, no pude frenar. La bici resbala, simplemente, porque voy demasiado rápido. Es la primera vez que no intento subirme de nuevo", detalló Vingegaard. Después, el horror. El danés llegó a temer por su vida. "Creía que tenía una hemorragia interna, lo que significaba que me ahogaría en mi propia sangre o moriría a causa de la hemorragia", relató a la prensa de su país.
En ese momento, su esposa Trine Marie, que en ese momento estaba embarazada de su segundo hijo y eso le hizo tener pensamientos muy negativos. "Me costó soportar la idea de que tendrías que vivir sin mí", confesó el ciclista a su mujer.
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Vingegaard se recuperó a tiempo para poder disputar el Tour de Francia de este año. Menos de tres meses, concretamente 86 días, le sirvieron para llegar a la ronda gala, en la que, pese a todo lo que sucedió, llegó a ser segundo por detrás de su rival Pogacar. El 16 de abril recibió el alta y el 29 de junio formaba parte del pelotón del Tour. Sin embargo, no todo fue tan bonito durante su recuperación. "Cuando estaba tirado en el suelo, pensé que, si sobrevivía a esto, terminaría mi carrera. Luego hablamos mucho de eso, y ambos pensamos que debía continuar porque sigue siendo mi pasión (...) Al principio, no era una opción", dijo el ciclista de 28 años nacido en Hillerslev. Cuando está en cuidados intensivos, no pensamos en absoluto en el Tour. Allí ni siquiera puedes ir al baño. Fue pura supervivencia. En ese momento, simplemente, estoy feliz de que esté vivo", reconoció su pareja Trine Marie.
No obstante, el trabajo por estar en el Tour de Francia empezó en el mismo hospital de Vitoria donde, con la ayuda de los fisioterapeutas, empezó a pedalear desde un sofá. "Fue un milagro estar, pero más milagro todavía fue quedar segundo. Ya le gané dos veces (a Pogacar) en el Tour 2022 y 2023, por lo que demostré que podía superarlo. Obvio que con su actuación y nivel de este año… quiero intentarlo de nuevo. Él es mejor que en 2022 y 2023, por lo que yo también tengo que serlo para poder ganar. Si esta temporada hubiese sido normal, tras acabar el Tour a seis o siete minutos de Tadej sería difícil mantener la fe, pero con lo que me pasó, la operación que tuve… tengo mucha confianza”, dijo un Vingegaard que ya pasa página de lo que pasó en la Itzulia y que promete una bonita rivalidad con el esloveno.