Ábalos, al ser cesado: "Sánchez me dijo que, tras un largo viaje juntos, había concluido"

En su declaración voluntaria ante el Supremo, José Luis Ábalos negó amaño alguno de contratos de carreteras a cambio de comisiones o sobre los contratos de mascarillas. En este sentido, minimizó los indicios que existen en su contra al asegurar que lo único que el procedimiento tiene contra él son dos contratos de alquiler, uno de los cuales, el del piso de la Castellana en Madrid, nunca se ejecutó, y el pago del arrendamiento para Jessica, quien fuera su pareja sentimental. Negó haber cobrado un euro de Aldama: «Nunca», declaró tras ser preguntado por si recibió cantidades de dinero en metálico procedentes de Aldama. Según el vídeo de las declaraciones ante el Supremo de Koldo García, Víctor de Aldama y el propio Ábalos, a los que ha tenido acceso la Cadena SER, Ábalos también negó una relación de confianza con el corruptor Aldama. Afirmó que quien tenía relación demasiado estrecha con Aldama era Koldo, en quien descarga la responsabilidad de posibilitar la penetración del corruptor en el Ministerio de Transportes. «Es verdad que la relación de Koldo con Aldama era muy estrecha y que, yo creo, a la vista de cómo han ido ocurriendo las cosas, que Koldo se apoyó mucho en el señor de Aldama, entre otras cosas porque Koldo venía de Navarra y Madrid lo conocía poco. Se convirtió en una especie de muleta para muchas cosas», declaró el exministro. Así, Ábalos también explicó a preguntas del juez cómo se produjo su cese en 2021. Reconoce que, en privado, Pedro Sánchez tampoco le dio las razones. El presidente solo le dijo que su largo viaje juntos, había concluido. «El presidente no me comunicó ninguna razón. A nivel privado no me dio ninguna el día en que me citó el presidente en Moncloa para decirme que, tras un largo viaje juntos, este viaje había concluido», pronunció ante el Supremo. Además, el exministro afirmó que Aldama había intercambiado delación por libertad, y que sus acusaciones, tanto a él como a otros miembros del Gobierno, carecen de sentido y han sido lanzadas sin pruebas para lograr salir de la cárcel. Tras ser preguntado por los contratos presentados por Aldama, Ábalos respondió: «Si es que no puedo identificar ni las obras. No soy capaz de identificar nada de eso porque esta gestión se llevaba estrictamente desde la Dirección General de Carreteras bajo la supervisión del secretario general de infraestructuras. No he participado jamás en la gestión de estos proyectos, con lo cual me cuesta hasta identificarlos. Y por supuesto, en la medida en que no los he seguido para nada, no puedo saber si hubo o no modificaciones. También le digo una cuestión. Los modificados los hacen los técnicos, yo como ministro no firmo nada, nos hemos quedado con una firma protocolaria. La última firma que se produce es siempre la del secretario de Estado, pero los ministros no firmamos nada, no intervenimos en ningún proceso. Por lo tanto, yo no lo sé. He trasladado lo del ministro Puente porque lo he escuchado, pero yo sería incapaz de identificar ninguna obra de esas». Por su parte, Víctor de Aldama se reafirmó en sus acusaciones. Declaró que pagó a Ábalos y a Koldo por los contratos de mascarillas, pero también por el amaño de contratos de carreteras o ADIF en el ministerio de Transportes. El corruptor aseveró, y fue la novedad en su declaración, que parte de los pagos por ese amaño de contratos iba a parar al PSOE, pero admitió que no tiene pruebas y que él no ha llevado personalmente dinero a la sede del partido, sino que lo sabe porque se lo decían el exministro y su asesor. Por último, Aldama aseguró que tanto el chalé de Cádiz para Ábalos, como el piso de la Castellana cuya cesión al ministro se frustró, formaban parte de los pagos a cambio de los amaños en las mascarillas y transportes. Una supuesta corrupción en el Ministerio que ha desmontado en un informe de auditoría el equipo de Óscar Puente.

Ábalos, al ser cesado: "Sánchez me dijo que, tras un largo viaje juntos, había concluido"

El exministro negó en su declaración el amaño de contratos o irregularidades en la adjudicación de mascarillas y el cobro de comisiones. Víctor de Aldama mantuvo que pagó dinero en efectivo a Ábalos y a Koldo y que parte de las mordidas fueron a Ferraz pero no presentó pruebas al respecto

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