Con obras de arte como esta de Dalisson el Pontevedra se carga al Mallorca, finalista de Copa el año pasado

El conjunto gallego del Pontevedra ha accedido a la siguiente fase de la Copa del Rey después de vencer con total merecimiento por tres goles a cero en Pasarón contra el Mallorca. Se trata de uno de las sorpresas más grandes de esta edición de la Copa del Rey, ya que ha conseguido eliminar al Mallorca, finalista de la pasada edición que venció finalmente el Athletic Club en La Cartuja de Sevilla. Los de Jagoba Arrasate han sido superados por completo por un equipo claramente inferior, que juega en la Segunda RFEF, y que se ha convertido en el gran matagigantes de la competición.

El partido se inició y finalizó con el Pontevedra jugando como un auténtico rodillo. Los granates no sufrieron durante todo el encuentro ante un Pasarón que presentaba uno de los ambientes más bonitos de los últimos años. Los aficionados pontevedreses se tomaron su propia revancha después de la eliminación infringida por el Mallorca la pasada temporada. El conjunto balear, tal vez más pendiente de la Supercopa de España que tiene que disputar la próxima semana, no ha sido competitivo y eso se vio en los tres goles encajados. El primero, una obra de arte de Dalisson.

El jugador brasileño ya había sido el gran héroe del encuentro contra el Villarreal tras certificar el pase a esta fase y esta noche ha sido capaz de meter un golazo de vaselina un poco más adelantado al centro del campo. Un auténtico golazo que asombró a todo el equipo de Carrusel Deportivo y que no ha tardado en viralizarse en redes sociales porque sin duda, puede ser uno de los grandes candidatos al premio Puskas que concede France Football cada año.

La tarde estuvo repleta de buen juego por parte de los locales y de golazos. Lo hizo también el exceleste Yelko Pino con una volea fenomenal que limpió las telarañas de la portería defendida por Leo Román. Con ese gol se desataba la euforia absoluta en el coliseo granate y con él también llegó la tranquilidad a un banquillo que estallaba de júbilo algo incrédulos por lo que estaban presenciando. Pero no acabó la fiesta ahí. El Pontevedra fue capaz de anotar un tercer gol en los pies de Rufo, quién presionó de manera heroica a la defensa bermellona para anotar el tanto. Una noche histórica para Pontevedra y para un club histórico de nuestro fútbol.