Justin Trudeau anuncia su dimisión como primer ministro y líder del Partido Liberal

Madrid

El primer ministro de Canadá Justin Trudeau presenta su dimisión como líder de los liberales canadienses y como primer ministro, pero esto ultimo lo hará efectivo cuando el partido tenga sustituto para liderarlo y sea el candidato de las próximas elecciones. Según la legislación de los liberales, serán necesarios 90 días para elegir al nuevo candidato, que en un estado como el actual puede reducirse a 60.

Justin Trudeau anuncia que lo deja, a pesar de ser un luchador, tras nueve años en el cargo. Ha pedido a la gobernadora que suspenda las sesiones del Parlamento hasta el 24 de marzo y sería a partir de entonces cuando se celebraran las elecciones con un nuevo candidato liberal. Pero si el parlamento renueva su actividad con un nuevo líder y un nuevo primer ministro, la oposición ya ha dicho que van a presentarle una moción de confianza que no ganaría, al menos con los apoyos actuales.

La de Trudeau ha sido una caída anunciada desde que dimitiera su ministro de finanzas y su viceprimer ministro en una cascada de críticas a su gestión de gobierno que registraron la guinda cuando Trump anunciara que iba a imponer aranceles a las importaciones procedentes de Canadá con unas políticas proteccionistas que dañarán profundamente la economía canadiense.

La marcha de Trudeau dejaría al partido sin una cabeza permanente en un momento en que las encuestas muestran que los liberales sufrirán una dura derrota frente a los conservadores de la oposición oficial en unas elecciones que deben celebrarse a finales de octubre.

Un número creciente de parlamentarios liberales, alarmados por una serie de encuestas negativas para su formación, han instado públicamente a Trudeau a que renuncie. Durante meses, Trudeau ha sufrido una caída libre política, social y partidista. Un avance constante de los conservadores en las encuestas, un paquete de iniciativas que no han logrado reactivar las simpatías del electorado y voces dentro de su agrupación que ya criticaban en privado sus deseos de volver a presentarse en las urnas. Sin embargo, ha sido la renuncia de Chrystia Freeland, una de sus firmes aliados durante 10 años, que con su salida, hizo estallar la bomba que ha acabado con los años en el poder de Trudeau.

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Freeland era la mano derecha de Trudeau en el Gobierno, habiendo ocupado la cartera de exteriores, la de ministra de finanzas y la de viceprimera ministra. Antes de presentar una actualización del presupuesto, publicó en las redes sociales una carta explicando las r

azones de su renuncia diciendo que tenían diferencias a la forma de administrar las arcas del país.

Trudeau y Freeland tenían desde hace tiempo diferencias respecto a la forma de administrar los presupuestos de Canadá. Pese a ello, Freeland siguió mostrando lealtad, hasta que consideró que ya era demasiado. Se había comprometido a no aumentar significativamente el déficit, pero según el documento que iba presentar, este llegará a 69.600 millones de dólares canadienses en el año fiscal actual; 22.000 millones más de lo previsto.

Ahora pide al gobernador de Canadá que suspenda el parlamento, para evitar también que haya una moción de censura o confianza que no pase, porque no tiene apoyos suficiente y no pueda mantenerse en el cargo hasta que los liberales elijan nuevo candidato para las próximas elecciones.