Quien tenga responsabilidades políticas que se tome 2025 en serio

Madrid

7 de enero de 2025, el día del retorno, para muchos, de la bendita normalidad, a pesar de que todavía hay comunidades donde los niños han estirado un día más sus vacaciones. A pesar de ello, hoy es seguramente el día en el que más se mira el año con perspectiva, intentando adivinar qué es lo que nos viene por delante.

Así empieza también el año político, siendo en España un año, de momento, inédito. No se lo van a creer, pero, por ahora, 2025 no tiene ninguna cita electoral en el calendario. Y va a ser interesante comprobar cómo se comporta la política, cómo lo hacen los partidos, sin unas elecciones a la vista. Actividad no va a faltar: ya esta semana se retoman las citas judiciales. La primera, mañana mismo, con la declaración como testigo de Miguel Ángel Rodríguez, el difusor del bulo sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, que ha desencadenado una cascada de consecuencias que mantiene en vilo al Gobierno y en el alambre al fiscal general del Estado. Seguirán otras comparecencias y así hasta quién sabe cuándo.

El PSOE, mientras tanto, sigue dándole vueltas a su necesaria renovación territorial, y una de las comunidades que más preocupa en Ferraz es Andalucía por su peso demográfico, por su peso histórico para el socialismo y por su influencia a nivel nacional. En los próximos días debería despejarse la incógnita, no va a ser fácil la batalla en esa comunidad con un PP con una cómoda mayoría absoluta y un liderazgo que, a diferencia de lo que pasa en Madrid, no genera ruido.

Esto aquí en España. Fuera, la palabra que define lo que está por llegar sería incertidumbre. A escasos días de la toma de posesión de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos, ya estamos viendo cuáles son los efectos de su llegada. Europa preocupada por la más que evidente intromisión del hombre que susurra a Trump, Elon Musk, en la política continental, donde sí hay citas electorales previstas en algunos países. Con Donald Trump en la Casa Blanca, nadie sabe qué puede pasar, pero, si nos atenemos a lo visto y oído desde su elección, no parece que vaya a pasar nada bueno. Su hombre de confianza, Musk, parece dispuesto a hacer lo que sea para dar alas a la ultraderecha.

Tampoco aquí nos escapamos de este auge. Hoy hay encuesta de 40dB para la SER y El País y el dato merecería que se le diera una pensada, tras el retroceso de los dos grandes partidos, PP Y PSOE, está el aumento constante de la intención de voto para Vox: uno de cada seis electores votaría ya a la opción de la ultraderecha. Como ven, nada anima mucho, o anima todo para tomarnos, y que quien tenga responsabilidades, se tome este 2025 en serio.