Bruselas reacciona con tibieza a las declaraciones de Trump sobre Groenlandia, pero subraya que "es un valor diplomático clave"

Bruselas

Perfil bajo o pies de plomo. La Comisión Europea no quiere entrar al trapo. Bruselas apuesta por la prudencia y no responder a cada uno de los comentarios de Donald Trump. "Estamos hablando de algo extremadamente teórico sobre lo que no queremos elaborar una respuesta", ha dicho la portavoz de la Comisión, Paula Pinho. A pesar de la violencia de las palabras del futuro inquilino de la Casa Blanca sobre Groenlandia, unas declaraciones que otro portavoz comunitario definía como "una situación hipotética bastante descabellada".

Desde el Ejecutivo comunitario apuestan por la prudencia frente a la dureza de Francia, que pedía a Bruselas despertar ante la amenaza de Donald Trump. En la Comisión subrayan que la soberanía de los estados tiene que ser respetada, pero que estamos hablando de un asunto hipotético sobre una Administración que todavía no ha llegado.

Aunque recalcan que Groenlandia, territorio dependiente de Dinamarca, pero que no forma parte de la Unión Europea, supone un valor "diplomático clave", y está cubierta por la defensa colectiva recogida en los tratados en caso de un ataque militar, un artículo similar al artículo 5 del Tratado de Washington por el que si un aliado de la OTAN es atacado, todos deben salir a defenderlo.

Por último, desde la Comisión defienden que llevan meses trabajando en todos los escenarios posibles con la llegada al poder de Donald Trump y que "nuestra primera prioridad es encontrar el mayor número de vías de cooperación en beneficio mutuo a ambos lados del Atlántico con la nueva Administración".