Elena López Riera: "En el cine y en la vida no me interesa la realidad, sino mi visión sobre ella"

Madrid

La cineasta Elena López Riera (Orihuela, 1982), premiada por su documental Las novias del sur en el último Festival de Cannes, siempre quiso contar historias, aunque no tenía antecedentes familiares ni dinero para estudiar en una escuela privada de cine, ni existían en los noventa los medios para tratar de salir adelante de manera más o menos autónoma. "Yo era una niña de provincias para la que precisamente lo previsible era no hacer cine. Pertenezco a la clase media que durante mucho tiempo no ha podido contar sus historias, no como lo han hecho las clases más pudientes, pero no sólo ha ocurrido con la clase media, también sucede con otras muchas voces como la clase obrera o el punto de vista de las mujeres. Quedan muchas voces por sumarse al cine", cuenta en una entrevista en Hoy por Hoy.

Representante pues de la clase media al asalto de la dirección del cine español y la de la necesaria presencia de la óptica femenina... Porque... ¿cuántas historias sobre el amor, la amistad, el sexo o la felicidad se han contado desde la visión del hombre? Como si esa mirada, además de la impuesta, fuera la única posible. "Todos, todas y todes somos en algún punto machistas o por lo menos yo así me considero, porque he sido educada en el patriarcado. A mí por lo menos lo que me interesa en mi trabajo es intentar analizar las estructuras y los lenguajes y volver a lo aparentemente sencillo como es una boda, una novia y ver lo que hace clic, porque la violencia o el deseo en el patriarcado muchas veces es invisible y entonces te das cuenta que hay cosas que no funcionan". Y remarca: "A mí en el cine, con los documentales y en mi vida no me interesa contar la realidad, sino mi visión de la realidad"

Con menos cartas, podría pensarse, no se suele ganar jamás una partida. Pero lo cierto es que esta mujer proveniente de la clase media no la va perdiendo, o lo que es lo mismo, cuenta con victorias tan loables como el cortometraje Pueblo, su poético y originalísimo largo El agua o este corto documental en el que pregunta a las novias de distintas generaciones cómo vivieron el deseo, el amor, el sexo, el matrimonio o la maternidad.

"Una forma -confiesa López Riera- de preguntarle a otras mujeres lo que nunca me atreví a preguntarle por pudor a mi madre". Y es que su madre sólo se enteró del documental cuando lo vió en Cannes. "Creo que no soy la única persona, porque lo he hablado con más gente, y es que hay un cierto pudor en el ámbito familiar... Yo me llevo genial con mi familia pero el amor en las familias es violento, por lo menos en la mía hay amor y odio constantemente, por eso son tan interesantes los retratos de familia, donde encuentras todo lo bueno pero también lo malo. A mí muchas veces por ese pudor me cuesta más decirle a mi madre o a mi hermano 'Te quiero' que cualquier otra cosa", reconoce la realizadora.

Asegura que trabajar con las mujeres que aparecen en el documental fue facilísimo. "A muchas de ellas de hecho sólo las he visto la vez que grabé con ellas", cuenta. Y aprovecha para ratificar que todas ellas ya tenían un discurso. "Si ves la película te das cuenta que ellas son las que me dan la voz a mí, lo que ocurre es que en el relato más común, más hegemónico de los medios de comunicación, no se albergaban estos discursos porque precisamente por ser íntimos e individuales parece que no tenían ninguna importancia", indica.

Una de las virtudes de este documental es la posibilidad que Elena ha tenido de poder cambiar de opinión. "Para mí lo bueno de hacer cine, y en este documental me ha sucedido, es que el resultado sea capaz de contradecirme, que me cambie de idea, porque si es para refutar una tesis, qué aburrido". Sostiene Riera que este documental, avalado en San Sebastián y premiado en Cannes, le ha dado más satisfacciones que casi ningún otro trabajo, cuando "nunca pensé que este documental, que hice porque me habían roto el corazón, saldría siquiera de mi ordenador".