Horas extremadamente peligrosas

Madrid

Venezuela fue uno de los países latinoamericanos que más inmigración española acogió durante décadas. Es posible que más de tres millones de venezolanos tengas ascendientes españoles, en su mayor parte canarios, catalanes y vascos. En los años 40 y 50 del siglo pasado, rudimentarios veleros, las pateras de aquella época, salieron de muchos puertos canarios para hacer la peligrosa travesía hacia las costas venezolanas. Aún hoy residen allí más de 130.000 españoles. Quizás por eso, en muchos lugares de España se vive con angustia la extremadamente peligrosa situación que se va a producir en Venezuela en pocas horas, cuando un candidato que ha perdido las elecciones, Nicolás Maduro, se va a proclamar presidente, con el apoyo del Ejército y de la policía, y quien de verdad las ganó, Edmundo González, va a intentar regresar a su país, pese al riesgo de ser detenido y encarcelado. Van a ser horas extremadamente peligrosas porque el régimen de Maduro ha preparado un enorme aparato represivo ante las anunciadas manifestaciones de protestas convocadas por la oposición. Solo cabe esperar que la presión internacional, que esta vez incluye a la inmensa mayoría de los países latinoamericanos, que han anunciado que no asistirán al acto programado por Maduro, consiga frenar la violencia del régimen y moderar su terrible lenguaje de amenazas. Pero la incertidumbre es enorme.