El frío como arma de guerra y toneladas de ayuda pudriéndose a la intemperie: el invierno más duro de Gaza
La presidenta de Médicos Sin Fronteras acaba de regresar de la zona y ha relatado las estremecedoras condiciones de vida que soportan los gazatíes y también los trabajadores humanitarios: "No estoy del todo bien; el nivel de sufrimiento y cansancio que viven, te toca profundamente"
La Ventana a las 16h | Entrevista a Paula Gil, presidenta de 'Médicos Sin Fronteras'
24:03
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Madrid
Paula Gil, presidenta de Médicos Sin Fronteras España (MSF), ha compartido su desgarradora experiencia tras su visita a Gaza en diciembre de 2024. En su intervención en La Ventana, Gil ha explicado las condiciones inhumanas que la población palestina vive a diario, una situación que, según ha descrito, "es difícil de imaginar sin haber estado allí".
A pesar de las abrumadoras cifras de víctimas, como los más de 45.000 muertos directos y más de cien mil heridos, Gil ha asegurado que "las cifras no pueden reflejar el nivel de sufrimiento real", ya que los números se quedan cortos frente a la magnitud de la tragedia humana.
Tras su visita a la franja entre el 15 y el 25 de diciembre, la presidenta de MSF ha revelado que la situación ha empeorado tanto en el terreno como en los hospitales. "No estoy del todo bien. Estoy muy preocupada", ha admitido, destacando que el haber vivido la situación de primera mano aumentó su angustia, especialmente por las condiciones de trabajo de los equipos humanitarios. "La falta de seguridad, las condiciones de vida de nuestros compañeros, el nivel de sufrimiento y cansancio, te toca profundamente", ha explicado. A pesar de todo, los trabajadores de MSF continúan en Gaza, algunos viviendo en condiciones similares a las de la población civil: "La mayor parte del personal sanitario de MSF vive bajo plásticos, con sus familias, en condiciones infrahumanas".
Uno de los aspectos más alarmantes que Gil ha descrito es el frío, que ahora se ha convertido en una "arma de guerra". Según la ONU, al menos ocho bebés han muerto de frío en las últimas semanas. "El frío mata, y no por el cambio climático, sino por la destrucción de las infraestructuras. No hay donde refugiarse, la gente vive a la intemperie en tiendas de campaña", ha señalado la presidenta de MSF, quien también denunció la falta de suministros y el escaso combustible, lo que afecta gravemente la operación de los hospitales.
En el Hospital Nasser, por ejemplo, la situación es crítica. La falta de combustible ha puesto en peligro la vida de miles de personas. "Lo que ocurre en el Hospital Nasser es un reflejo de la catástrofe sanitaria en Gaza", decía Gil. "El hospital depende de un suministro mínimo de combustible para funcionar, pero a menudo solo tienen lo suficiente para 24 o 48 horas". La solidaridad entre las ONGs en el terreno, ha añadido, es clave para mantener la operación, aunque la situación es insostenible a largo plazo.
El bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de las autoridades israelíes es otro factor que agrava la crisis. Gil ha relatado cómo, en el puesto fronterizo, hay "toneladas de ayuda humanitaria pudriéndose al sol". Además, ha mencionado que las fuerzas israelíes han impedido la entrada de artículos esenciales, como alimentos, agua y suministros médicos, y que los convoyes de ayuda son objeto de saqueos.
En cuanto al impacto a largo plazo del conflicto, Gil ha subrayado que, incluso si la ofensiva terminara hoy, los daños serían irreparables. "La destrucción es tal que lo único que queda en pie es la esperanza de la gente", ha afirmado. La reconstrucción de Gaza, según MSF, llevará generaciones, con millones de personas heridas, desplazadas y traumatizadas por la violencia y la pérdida. La crisis alimentaria y sanitaria es aún más grave, con más de 30.000 personas que necesitan evacuación urgente debido a enfermedades graves, y con un acceso extremadamente limitado a agua potable.
Gil ha destacado la resiliencia de la población gazatí, que a pesar de la adversidad, sigue luchando por sobrevivir. Las peticiones de Médicos Sin Fronteras son claras y urgentes: un alto el fuego inmediato, la entrada masiva de ayuda humanitaria, la evacuación de personas con necesidades médicas urgentes, y la apertura de las fronteras.
"Lo más importante es compartir lo que hemos visto y hacer entender al mundo que esto va más allá de nuestras ideas políticas. Es una cuestión de humanidad", ha concluido Gil.